Familia Beckham

David y Victoria Beckham desatan una nueva guerra vecinal por su plan de construir un acceso privado a su mansión de 12 millones de euros

La pareja busca evitar el tráfico de influencers y visitantes del Soho Farmhouse, pero sus vecinos denuncian el impacto ambiental y la pérdida de tranquilidad rural

David y Victoria Beckham en la boda de Meghan Markle y el príncipe Harry
La pareja busca evitar el tráfico de influencers y visitantes del Soho Farmhouse, pero sus vecinos denuncian el impacto ambiental y la pérdida de tranquilidad ruralGtres

David y Victoria Beckham han vuelto a generar controversia entre sus vecinos de los Cotswolds, esta vez por su intención de construir un nuevo camino de acceso privado a su mansión valorada en 12 millones de libras. El objetivo: evitar compartir la vía actual con los visitantes del exclusivo club Soho Farmhouse, situado a escasos metros de su finca.

La pareja ha solicitado al Consejo de Distrito de West Oxfordshire convertir una pista agrícola en una carretera asfaltada que conecte directamente con su propiedad, Maplewood Barn, en lo que describen como una “reforma modesta y diseñada con sensibilidad”.

Alegan que el acceso actual, un callejón sin salida de un solo carril, es inseguro y está saturado de tráfico, especialmente en verano, cuando celebridades y aspirantes a influencers acuden en masa al club rural.

Sin embargo, la propuesta ha sido recibida con fuerte oposición vecinal. Algunos residentes denuncian que el nuevo acceso afectaría a los excursionistas que usan la pista y que no deberían ser “molestados por los enormes todoterrenos que suben y bajan pesadamente”. También critican que la casa ya cuenta con un camino perfectamente transitable y que el nuevo tramo de asfalto atravesaría zonas boscosas protegidas.

Este conflicto se suma a una larga lista de disputas urbanísticas protagonizadas por los Beckham en la zona. Desde que adquirieron tres graneros catalogados en 2016, han solicitado múltiples reformas: una cancha de tenis, una casa en el árbol, un lago artificial con playa, oficinas privadas y estructuras anexas.

Algunas de estas obras han sido objeto de investigaciones por posibles infracciones de planificación, como el banco de arena junto al lago, que podría violar acuerdos medioambientales.

Mientras el consejo evalúa la nueva solicitud, los vecinos temen que el proyecto altere aún más el carácter rural y patrimonial del entorno. Y aunque los Beckham insisten en que mantendrán un diseño “agrícola y discreto”, la tensión entre privacidad y convivencia vuelve a estar en el centro del debate.