Opinión
El diario de Amilibia: El Apolo llama a Iker
"Después de toda la serie de desgracias culminadas con el Gran Apagón del 28-A, la ciudadanía, recuperado el aliento, hace chistes sobre desventuras venideras"
Después de toda la serie de desgracias culminadas con el Gran Apagón del 28-A, la ciudadanía, recuperado el aliento, hace chistes sobre desventuras venideras. Ante tanto infortunio, lo mejor es tomárselo a coña, como viene pregonando este bufón desde hace años sin ningún ánimo de proselitismo. Uno no aspira al club de fans como el Apolo de la Moncloa, la Marisú o la Yoli. Se dice entre risas que a España solo le falta el esperado aterrizaje de los extraterrestres con intenciones violadoras y aniquiladoras, o sea, como en la película «Mars Attack», de Tim Burton. A los alienígenas podría enfrentarse, si la recogida de fondos para la taberna Garibaldi le dejara tiempo, Irene Montero gritándoles «¡no entendéis que solo sí es sí o qué!». También se hacen chanzas sobre la próxima llegada de las diez plagas de Egipto, con especial atención a las que hablan de tinieblas y oscuridad y lluvia de granizo y fuego.
Y de postre, hay cuchufletas con la posibilidad de un terremoto y su correspondiente tsunami con epicentro en Cataluña. Si California tiene sus temores en la falla de San Andrés, parecer ser que Cataluña los tiene en su falla de Sant Jordi (Puchi). Si se activara sísmicamente, no nos salvaría ni el Salvador (Illa). Cuentan las lenguas viperinas que ante este sombrío panorama, el Apolo de la Moncloa ha convocado a Iker Jiménez para que aporte conocimientos paranormales al Consejo de Seguridad Nacional por si, efectivamente, el Gran Apagón pudo ser provocado por un ciberataque del Más Allá cabreado por la resignificación del Valle de los Caídos. De paso, y esto ya a título personal, quiere mostrarle las caras de imputados que están apareciendo en las paredes de la Moncloa. «Son como las de Bélmez, pero me resultan familiares», dicen que comenta perplejo el Apolo.