Opinión

El diario de Amilibia: Hasta Lolita tiene miedo a los hombres

"¿Acaso prefieren ser Miss España o tertulianas de 'Sálvame' a vivir como fijo discontinuo? ¿Es el sueño de muchos convertirse en mujer florero?"

Ángela Rodríguez Pam e Irene Montero
Ángela Rodríguez Pam e Irene MonteroGtres

Dice Tamara Falcó: «No me queda más remedio que quedarme embarazada pronto». Duda: no sé si lo dice porque tiene miedo a que se le pase el arroz o porque teme que de un momento a otro el Ministerio de Igualdad haga una campaña aconsejando a las mujeres que eviten la preñez, argumentando que disminuye el deseo sexual y además supone loa clara a la penetración heteropatriarcal, símbolo de dominación machista durante siglos. Hay algunas mujeres que empiezan a rebelarse por la intromisión en sus camas de Irene Montero y su secretaria de Estado, Pam, y no aceptan el trío o ménage à troi. Por ejemplo, Nuria Roca, que clama desde «El Hormiguero»: «No conocen mi coño lo suficiente para saber lo que siento o dejo de sentir».

La secretaria de Estado de Igualdad y contra la Violencia de Género, Ángela Rodríguez Pam.
La secretaria de Estado de Igualdad y contra la Violencia de Género, Ángela Rodríguez Pam.Ricardo RubioEuropa Press

La frase tiene su peligro, porque Pam, estrella mediática de la política nacional en estos momentos, podría sentir un irrefrenable y urgente deseo de conocerlo y, pese a que Nuria se ha manifestado en alguna ocasión como mujer abierta en lo erótico-festivo, estaría abocada a rechazar a toda una secretaria de Estado, bien porque la susodicha Pam no sea su tipo o por otras razones. Leo en este periódico: «Avalancha de hombres que piden el cambio de sexo». No me cuenta Ángel Nieto Larasque la auténtica razón de este fenómeno. ¿Ven ventajas en el cambio? ¿Acaso prefieren ser Miss España o tertulianas de «Sálvame» a vivir como fijo discontinuo? ¿Es el sueño de muchos convertirse en mujer florero?

Cómo estará el patio para que hasta Lolita Flores confiese a estas alturas que le da miedo enamorarse: «No tengo miedo al amor, sino a los hombres; a lo mejor es hora de cambiar de acera». Hala, al registro civil, aunque haya cola.