Opinión
El diario de Amilibia: Pedro mío, el horizonte eres tú
"Ella ve el horizonte con ojos de farera ferrolana y así observa las guerras hasta con otro color, más bien rojo y con el favorecedor pañuelo palestino al cuello"
A la Yoli le ha dado por el lirismo (ya se sabe que las guerras excitan la vena poética) para explicar lo de la amnistía y el referéndum y todo lo que se le ponga por delante e incluso por detrás. Se nos ha puesto idílica, bucólica y épica, todo por el mismo precio, para hablar del horizonte que Madrid no tiene porque en Madrid (culpa de Isabel Díaz Ayuso) no hay mar y por eso no ve la amnistía y la autodeterminación con buenos ojos, o sea, como barcos de Greenpeace con bandera arco iris que llevarán a los exiliados de Waterloo hasta Barcelona. Ella ve el horizonte con ojos de farera ferrolana y así observa las guerras hasta con otro color, más bien rojo y con el favorecedor pañuelo palestino al cuello.
Vocifera en un mitin contra Israel porque ella, cuando mira al horizonte de Oriente Próximo, solo ve los bombardeos en Gaza y no el terrorismo de Hamas. Hace poco, cuando miraba el horizonte ucraniano, era partidaria de no enviar armas a Kiev para que los de Zelenski se defendieran de Vladimir Putin con banderas blancas. Pero que a nadie se le ocurra decir que es tuerta, por mucho que le pudiera favorecer el modelo princesa de Éboli. En fin: son licencias poéticas, bellas metáforas de los juegos florales de Sumar y Cía, aunque algunas lenguas viperinas comenten que la farera gallega se ha liado con el horizonte igual que el expresidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero se lio con el infinito para acabar concluyendo que «el infinito es infinito», como si ambos se hubieran fumado un porrito.
«Qué es el horizonte, dices mientras clavas en mi pupila tu pupila azul. ¿Qué es el horizonte? ¿Y tú me lo preguntas? El horizonte eres tú, Pedro mío».
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