Entrevista
El éxito de los Magalhães en Málaga, gracias a la Reina Letizia
Hablamos con Joao Magalhães, uno de los herederos del Museo del Automóvil y la Moda de Málaga, uno de los pilares culturas de la ciudad andaluza
Málaga se ha convertido en los últimos años en un destino de referencia en el apartado cultural. La gran cantidad de eventos que se realizan en sus calles, el Festival de Cine de Málaga o la innumerable oferta museística han transformado la ciudad andaluza, que ha dejado de ser un destino de sol y playa para ser un lugar que se disfruta no solo con buen tiempo.
Uno de los apellidos responsables de este cambio, con permiso de los Thyssen y los Picasso, es Magalhães. Hace diez años, el patriarca de este clan familiar consiguió, a través de la Casa Real, que su espectacular colección de automóviles tuviera un espacio donde exhibirse en Málaga. A partir de ahí surgió un museo que con el paso de los años figura entre los más visitados de la ciudad. En él se unen dos pasiones de Joao Magalhães, su fundador: los coches y la moda, sobre todo teniendo en cuenta que provienen de una de las sagas más respetadas de la industria textil lusa.
Fallecido hace dos años, ahora son sus hijos, Joao y Kika, quienes están a la cabeza de esta institución que custodia entre sus paredes cien coches que narran la historia de la automoción del siglo XX (y donde destaca una de las colecciones más importantes del mundo de Rolls Royce) y más de cuatrocientos vestidos de diseñadores como Christian Dior, Gianni Versace, Coco Chanel o Paco Rabanne.
La colección narra en parte la historia de su familia, ¿no es así?
Es muy interesante la historia del museo porque recoge elementos de tres generaciones. Mi bisabuelo fue el fundador de dos fábricas textiles en Guimarães, que luego heredó mi abuelo. Con él se crea la colección de coches, pero para él era una afición. Nos venía a recoger con ellos al colegio, participaba de clubes de automóvil… era un punto de vista diferente al de mi padre. Él fue quien empezó a verlo como una colección que debía de abrirse al público. Mi abuelo era el gran patriarca conservador, mientras que mi padre era un espíritu libre de los años sesenta y setenta, más extravagante y con una mentalidad más artística. Él hizo muchos negocios que no le fueron bien, pero en lo que a coches se refiere, le salieron muy buenos. Al final de su vida puso toda su energía en este museo.
Tanto es así que él fue quien implicó a la Reina Doña Letizia para que esta colección se quedara en España, ¿cierto?
Yo esa historia la viví de adolescente. Mi padre se pasó mucho tiempo buscando un lugar que nos recibiera, porque teníamos la colección, pero no el museo. En Portugal no halló la sintonía política para que se quedara en el país y un día decidió enviar una carta a doña Letizia. Casa Real la remitió al Ministerio de Cultura que informó a distintas ciudades sobre la oferta de mi padre. Málaga fue la que mejores condiciones ofreció. Tenía un edificio como el de Tabacalera que iba a restaurar y el museo encajó fenomenalmente en ese espacio.
Hasta este momento solo hemos hablado de coches, ¿cómo aparece la moda en la colección?
El museo abrió en 2010 como un museo automovilístico. La moda llegó después, cuando ya nos habíamos instalado en este espacio y eso que veníamos de una familia textil. Para mí fue una epifanía creativa de mi padre. Buscaba maletas para ambientar el museo y compró unas de Louis Vuitton. Cuando las abrió, apareció una colección de sombreros y eso le dio la idea de empezar a adquirir moda.
¿Y así se creó una colección de más de cuatrocientos vestidos?
Sí. Mi padre, como buen coleccionista, se obsesionaba con los objetos y puso todas sus ganas en construir una colección de indumentaria. Así hemos logrado tener más de cuatrocientos vestidos de alta costura y prêt-à-porter, lo que crea un universo creativo estupendo que consigue que la gente que entra al museo, tanto por la belleza de los coches como de los vestidos, salga renovada.
¿Y usted qué disfruta más, la moda o los coches?
Quizás por los genes de mi padre, mi hermana y yo hemos salido artistas. Tanto ella como yo somos actores y yo, de hecho, también soy payaso. No tengo tanta cultura de moda, pero sí es algo fundamental para construir los personajes que interpretamos. Pero me cuesta olvidarme de cuando yo era pequeño y mi abuelo me paseaba en sus coches.
Kika vive en Los Ángeles y usted en Portugal, ¿cómo se organizan para estar en el día a día del museo?
Estamos en ello. Mi padre falleció en agosto de 2023 y, justo entonces, vendimos la casa de la familia, lo que supuso otro gran movimiento. Tenemos la suerte de tener un equipo estupendo, pero no descartamos instalarnos aquí.
Un museo vivo
Parte del éxito del museo es la gran cantidad de actividades que organiza, entre las que destaca el MAM Fashion Forum. En su cuarta edición, esta referencia de la moda en nuestro país reunió a protagonistas como María Escoté, Miguel Becer o Luis de Javier, el diseñador español que triunfa entre Beyoncé, Lady Gaga o Rihanna.
Todos ellos llenaron durante una jornada el auditorio de esta institución, donde no cabía un alma más para hablar sobre "streetstyle" con algunos de sus protagonistas.