
Regresa a la música
Paulina resurge a golpe de portada
El programa "Fiesta" ha abordado hoy el regreso de la cantante mexicana

Tras superar duelos y silencios, Paulina Rubio abre las puertas de su hogar en Miami y se muestra más luminosa que nunca: madre entregada, artista en plenitud y lista para escribir un nuevo capítulo en su carrera.
Las canciones de Paulina Rubio son parte inseparable de la memoria colectiva de varias generaciones. Himnos que acompañaron noches de fiesta, amores adolescentes y desamores universales. Con más de tres décadas en la industria, "la chica dorada" ha sabido reinventarse una y otra vez hasta convertirse en referente indiscutible. Hoy, a los 53 años, se muestra más serena y radiante que nunca, disfrutando de una etapa vital en la que la música y la maternidad se entrelazan con una naturalidad que solo da la experiencia.
Desde su nueva casa en Miami, Paulina aparece junto a Eros, su hijo pequeño de nueve años, con una imagen que transmite plenitud y calma. También Nicolás, de catorce, ocupa un lugar esencial en este hogar que describe como "una montaña rusa de alegría". Lejos de los focos y tras años complicados -marcados por disputas legales y la pérdida de su madre, la actriz Susana Dosamantes-, la cantante ha encontrado refugio en su familia. "Mis hijos me han enseñado todo lo que soy. No recuerdo la vida antes de ellos", confiesa.
El retiro no ha sido renuncia. Paulina ha seguido componiendo, aprovechando la inspiración de Miami, ciudad donde, asegura, se siente libre y conectada con nuevas corrientes musicales. "Estoy a punto de lanzar un nuevo sencillo", adelanta, y anuncia una gira que recorrerá Ecuador, Colombia, México y culminará en Estados Unidos. Una prueba de que la pasión por los escenarios sigue intacta.
La discreción es ahora uno de sus sellos. Después de crecer en la mirada pública, Paulina admite que disfruta de vivir "de incógnito", escapándose del ruido mediático. Sin embargo, mantiene un vínculo cercano con sus fans a través de redes sociales, donde comparte destellos de su intimidad y de la herencia emocional de su madre: desde escuchar a Frank Sinatra hasta disfrutar de una paella, gestos cotidianos que son su manera de rendirle homenaje.
En lo personal, se declara enamorada "más que nunca". Y a la Paulina de hace quince años, la que aprendía a ser madre por primera vez, le enviaría un mensaje de calma: "Todo se acomodará, vivirás tu sueño". Con la mirada puesta en el futuro, Rubio demuestra que la reinvención es posible a cualquier edad, y que el brillo de la chica dorada no se apaga: se transforma.
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