Con Michu recién enterrada, a su hermana Tamara le ha sobrado tiempo para sacar beneficios económicos de tan dramático suceso. No contenta con reprochar en plena calle a la familia Ortega que dejaran Arcos horas después del entierro de la fallecida, se sentó en el plato de TardeAR para seguir echando más cizaña al presunto distanciamiento entre las dos familias. Flaco favor le hace a su sobrina originando tantas polémicas. Además, se deja entrever que Micho no mantenía con su madre y su hermana una relación completamente normal. Vamos, que tenían sus diferencias.

Pero los ataques de Tamara ni preocupan ni afectan a José Ortega Cano y a su hijo José Fernando, ni se molestan en contestarla públicamente, huyendo de enfrentamientos mediáticos. Ya lo dijo el primero: “Intentaremos que se haga lo mejor para que a mi nieta no le falte de nada”. La hija de Michu y José Fernando está ahora mismo con su abuela materna, pero ya hemos contado que la fallecida, por lo que se ha dicho, quería que la niña quedara a cargo de su abuelo paterno, o sea, de Ortega, mientras José Fernando no reciba el alta en el centro psiquiátrico en el que lleva ingresado desde hace años.

También desvelamos hace meses en exclusiva que el hijo del veterano torero recibirá, casi con toda seguridad, ese alta este mismo año. Y que su intención, por lo que nos cuentan desde su entorno, es responsabilizarse del cuidado de su hija en cuanto recupere la libertad. Mientras ese momento llega, lo ideal, a su juicio, sería que su padre se haga cargo de la pequeña María del Rocío, para así tenerla en Madrid, a media hora de donde él se encuentra ingresado.

Tamara achaca a los a Ortega que “ellos no se ocuparon nunca de mi sobrina, era Michu la que la llevaba a Madrid para que la viera su familia paterna”. Una reflexión para dar a entender que tienen decidido quedarse al cuidado de la cría. Como ya hemos dicho en una noticia anterior, se prevé un enfrentamiento judicial entre las dos familias para luchar por la custodia de la niña.