Lara Dibildos bromea con su inestabilidad sentimental: "Espero que me aguante hasta Navidad"

Cuando las cosas se tuercen, no hay mejor ejercicio para nuestra salud mental que reírse de uno mismo. Es una técnica muy sana, aunque algún teórico se empeñe en etiquetarlo como humor de autodenigración o de ridiculización de uno mismo antes de que lo hagan los demás. Lara Dibildos recurre a esta sabiduría popular para hablar de su vida sentimental sin dramatizar y sin tomarse demasiado en serio sus rupturas. Como dice la expresión, "que le quiten lo bailao".

El último hombre que ha llegado a su vida es Carlos Maturana. Con sus 38 años y un cuerpo escultural que le hizo ganar el certamen Míster Universo Mundial celebrado en Lima, Perú, este joven de ojos verdes y amplia sonrisa le da razones para celebrar de nuevo el amor.

¿Le durará? "Espero, ¿no? Si me ha aguantado todo el verano, espero que me aguante hasta Navidad", ha respondido ante los micrófonos de Europa Press mientras caminaba por la calle. Si se cumple su deseo, Maturana se unirá a la familia y amigos de Lara para pasar las próximas fiestas navideñas.

Maturana trabaja como modelo y participó en el programa de televisión "Mujeres, Hombres y Viceversa", ya extinto, como pretendiente durante un breve tiempo. Según se desprende de sus redes sociales, ama la moda y practica diferentes modalidades deportivas, como patinaje o fútbol. En agosto de 2024, la actriz y el modelo protagonizaron escenas subidas de tono en un playa nudista de Formentera en las que ya se apreció que entre ellos había algo más intenso que un simple tonteo.

La primera relación mediática de Lara Dibildos la vivió con el torero Rafa Camino, a principios de los noventa. Fue un amor de adolescente fugaz que se transformó en una buena amistad. Después se habló de Feliciano López, aunque enseguida llegó Fran Murcia, padre de su hijo mayor. En 1998, celebraron una ceremonia urgente, con embarazo incluido, en el Ayuntamiento de Badalona. En 2001 la pareja se divorció. Tras algunos escarceos sin demasiado interés, se enamoró de Álvaro Muñoz Escassi, un Casanova más de los que han pasado por su vida con el que rompió tras una infidelidad pública. De este romance nació su hijo Álvaro en 2007. Fue reparando su corazón con algún idilio más, como el que vivió con Cándido Conde-Pumpido. El hijo del magistrado también acabó dándole algún disgusto. De todos guarda un bonito recuerdo y para todos reserva siempre bonitas palabras, lo que dice mucho de su personalidad.