Debut

Patricia Yurena, la modelo y artista que rechazó a Trump

Miss España Universo en 2013 cambia las pasarelas por la brocha y repasa con LA RAZÓN su trayectoria

Patricia Yurena
Patricia Yurena Adasat Barroso

Patricia Yurena hizo ayer del Museo Internacional de Arte Contemporáneo de Arrecife, en Lanzarote, una pasarela muy especial. La modelo compartió con el público su colección más personal, de pintura -digital- en lugar de moda. «Azul: el mar y la mujer en perspectiva» supone su debut como artista tras años de formación en la Escuela de Arte de Madrid, «un sueño hecho realidad» que no ha dejado indiferente a los más entendidos en la materia. «Su obra expresa la necesaria recuperación de la relación simbiótica entre el ser humano y la naturaleza. La inmensidad del mar, como expresión de la ansiada libertad, se intensifica por los cuerpos que parecen levitar en un eterno azul. En todo caso, el significado propuesto por la autora refleja la mirada panteísta que parece derivar de presupuestos adscritos al simbolismo», indicó Daniel Montesdeoca, doctor en Historia del Arte por la Universidad de Salamanca, magíster en Museografía y Montaje de Exposiciones por la Universidad Complutense de Madrid y director gerente del Museo Néstor de Las Palmas desde 2003.

Han sido años de trabajo en silencio para Yurena, que hasta hace bien poco entendía su exposición «como una fantasía» lejos de materializarse. Ahora cuenta orgullosa a LA RAZÓN que apartarse del circuito de la moda para centrarse en su verdadera pasión ha sido una de las mejores decisiones que ha tomado en su vida: «Desde pequeña he sentido pasión infinita por la creatividad y el arte. Siempre he sido muy creativa y curiosa y buscaba mis ratitos para refugiarme en la pintura o el dibujo, pero nunca lo había valorado como una profesión. Cuando decidí formarme académicamente y llevarlo más allá, fue un proceso de reinvención porque he tenido que fusionar moda, maternidad y formación, haciendo todo a la vez. Creo que este es mi sitio, porque de todas las ramas que he tocado, aunque en el modelaje me ha ido genial, donde me encuentro a mí misma realmente es en el arte».

Patricia Yurena
Patricia Yurena Adasat Barroso

Aunque todavía incluye en su agenda algunos trabajos como modelo, asegura que «ya no tengo ese compromiso que tenía antes» porque «tengo que priorizar».

A pesar de que empezó a formarse como artista antes del nacimiento de su hija Gara, que ahora tiene tres años, agradece haber dado ese paso porque ahora puede pasar más tiempo con ella, «un privilegio» al que muy probablemente habría tenido que rechazar si siguiera trabajando unicamente como maniquí: «Desde que soy madre no tengo tanto tiempo ni la misma energía, así que prefiero centrarme en el arte. Como artista he podido estar en el estudio con mi hija al lado y he trabajado sin perder tiempo de estar con ella». A lo largo de su conversación con quien esto escribe, deja claro que su pequeña es su gran prioridad y que debe hacer malabares, como otras muchas madres, para conciliar. Sin embargo, discreta como ella sola, prefiere no aclarar si es o no es madre soltera: «Eso es algo personal en lo que prefiero no entrar. Solo te diré que mi niña tiene un padre y que fue fruto del amor entre dos personas».

Derribando muros

Aunque su trabajo como artista le ha facilitado las cosas a la hora de pasar más tiempo con su hija, lo cierto es que Yurena agradece a la industria del modelaje los pasos que se han dado en los últimos años en pro de la conciliación. Atrás quedan los tiempos en los que ser madre era una sentencia de destierro para las modelos. «Afortunadamente, es un muro que se ha derribado. En muchas ocasiones se me ha permitido ir a trabajar con mi hija y dejarla con una niñera e incluso gente de producción se ha quedado cuidando de ella. Me lo han puesto muy fácil. He sido más bien yo la que me he apartado porque en algunos momentos lo he visto demasiada paliza para la peque», explica a este diario.

Patricia Yurena
Patricia Yurena Adasat Barroso

Pero fue en el año 2014 cuando Patricia Yurena derribó el muro más grande que se le puso por delante. Se encontraba en la cima de su carrera, puesto que un año antes se hizo con el título de Miss España Universo, y aprovechó su visibilidad para romper tabúes al hablar abiertamente sobre su relación homosexualcon la cantante y compositora Vanesa Klein. Se convirtió así en la primera Miss en reivindicarse públicamente como miembro de la comunidad LGTBIQ+, un hito del que se siente orgullosa: «Creo que sirvió muchísimo. recuerdo pasear por la isla y que muchas adolescentes me diera las gracias. Se vieron con valor de hablar con naturalidad de ese tema con sus familias al verme a mí hacerlo en la tele. Me llegaron miles de mensajes de apoyo y agradecimiento». Sin embargo, la modelo lamenta que todavía «queda mucho trabajo por hacer» a la hora de clamar por la diversidad, y no solo en lo que a sexualidad se refiere: «Somos diversos en gustos y en formas. Hace poco ha desfilado una modelo transexual en Victoria’s Secret, y es maravilloso, pero también hay que apostar por ver a más modelos de todas las tallas o en silla de ruedas, por ejemplo».

La española Patricia Yurena Rodríguez, de 23 años
La española Patricia Yurena Rodríguez, de 23 añoslarazon

La suya es una lucha que no piensa abandonar por más que a muchos –cada vez menos– les incomode su causa. «Cuando salí del armario llegué a recibir amenazas y mensajes feos. Una persona cercana a mí, que ya no lo es, como comprenderás, llegó a decirme que necesitaba ayuda y que ‘‘eso’’ se me pasaría. Después, cuando se conoció mi relación con el padre de mi hija, recibí mensajes horribles incluso del propio colectivo, que me cuestionaba por estar con un hombre. No lo entiendo. Lo bello es fluir, yo me siento fluida. Lo bello es enamorarse, qué más da si es una mujer, un hombre o si te saca 7 años».

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Lo que Yurena me deja claro a lo largo de toda la entrevista es que sus valores no se venden, ni siquiera a uno de los hombres más ricos y poderosos del mundo. «En 2013, cuando participé en Miss Universo, se celebró en Rusia y él era el dueño del certamen. Al terminar el concurso, me hizo una propuesta de contrato que era prácticamente igual que el de la ganadora de Miss Universo. Consideré que si yo no había sido elegida era Miss Universo y que ya había jugado el papel que tenía que jugar, y que lo defendí lo mejor que pude, no debía encauzar mi camino por ahí. No me quería proyectar así, aunque no niego que era una propuesta muy interesante», recuerda la artista.

Trump incluso se dirigió a ella «personalmente», pero Patricia siguió el instinto que le decía que era mejor apartarse de esa propuesta: «Yo soy de pueblo y tengo mis ideas muy claras. Sabía que mi futuro no iba por ahí, además necesitaba parar después del certamen. Ya sospechaba que mi vida iba a ir por otro rumbo, así que creo que tomé la mejor de las decisiones».

Decisiones que la han llevado a sentirse feliz y realizada en esta nueva etapa que atraviesa como artista que parece ser solo el comienzo de una nueva vida dedicada al lienzo: «Quiero seguir trabajando y creando. Tengo en mente seguir exponiendo, y me gustaría llevar mi obra a Madrid». En busca de nuevas inspiraciones, también encontrará tiempo «para viajar con mi hija por el mundo y descubrir nuevos lugares junto a ella».