¿Qué se ha hecho Luis Miguel que cada vez se parece más a Enrique Ponce?

Paloma Cuevas es una de las mujeres más atractivas y estilosas de España. Su magnetismo parece brotar de su discreción, de su reserva, de su sagacidad efectiva que caracteriza incluso su modo de vestir, discretamente majestuoso. Paloma fue moldeada por la apabullante personalidad de sus padres, de los que heredó su capacidad de influir en la personalidad de los que la rodean. Paloma creó así la imagen de Enrique Ponce, la moduló, la esculpió como si fuese plastilina hasta convertirse en su Pigmalión. Y Ponce fue devorado por su mantis, sumiéndose en la nada.

El cantante mexicano/español/italiano había levantado las alarmas entre sus seguidores por su descuidado aspecto, con evidente sobrepeso, calvicie, envejecimiento prematuro y un aspecto general de crooner chabacano, como de juerguista decadente entrado en años. El amor de Paloma Cuevas le cambió. Se habla de una pérdida de peso próxima a los 25 kilos en un año. ¿Ayuno intermitente? ¿Plan nutricional? ¿Ejercicio físico? En todo caso, la intervención de un experto nutricionista es evidente.

Cambios en el rostro

También su rostro acusa la pérdida de peso: pómulos y papada parecen haberse diluido en la nada, apoyados en la liposucción; las zonas más difíciles, como la frente, parecen haber sido tratadas de modo eficaz con bótox y tratamientos a base de células madre. Las zonas de sombra, debidamente rellenadas, se han armonizado con el conjunto, que no ha quedado demasiado «estridente». Las arrugas se han suavizado, salta a la vista: la toxina botulínica parece haber cumplido con su deber. Quizás el trasplante capilar ha fallado. Y no falta quien comente que el cambio ha sido demasiado evidente, demasiado abrupto, demasiado repentino, demasiado radical.

No faltan tampoco opiniones autorizadas que dicen que la transformación del mexicano se debe a un protocolo alimenticio que favorece la desinflamación y la longevidad, con suplementos antioxidantes que aceleran el metabolismo, como el resveratrol, la berberina, el ozempic y el milagroso cóctel hiper vitamínico vit-therapy. Especulaciones aparte, y obviando la lamentable salida de tono de Luis Alfonso de Borbón sobre el posible matrimonio de Paloma y Luis Miguel en Las Vegas, es evidente la acción de Paloma es causa y consecuencia, doble causalidad recíproca de la metamorfosis del astro del pop. Paloma es coraje y perseverancia; su vida es símbolo y metáfora de la transformación y cambio personal, de autosuperación y adaptación. ¿Estará moldeando a Luis Miguel, como hizo con Enrique Ponce? El tiempo arrojará luz sobre la «poncificación» del cantante...