Opinión
Los sábados de Lomana: señoras, basta de pincharse, ellos y ellas quieren curvas
"Hay que trabajar la mente y la espiritualidad para ser atractiva, no los filtros de Instagram"
Estoy absolutamente feliz pasando mi verano en Marbella y disfrutando muchísimo del mar, el buen clima de esta ciudad, amigos y buena gastronomía. En mi opinión, en vacaciones no debemos negarnos lo que nos gusta, tomar helados, o chocolate con churros, sin ninguna mala conciencia porque ahora da la sensación que las personas cuando se están dando el gusto de comer algo rico y calórico, en lugar de disfrutarlo, piensan en que engordan. Hay que relajarse al menos de vez en cuando.
Estoy observando una plaga que invade a las mujeres y ya empieza a preocuparme. Es estupendo que estas generaciones se preocupen más por la vida saludable, pero no deben hacerlo con matarse cada día, inyectándose Ozempic, un medicamento creado para diabéticos que quita el hambre, como efecto secundario. Me parece terrible. Por no hablar de los efectos secundarios, además de la delgadez, que produce a la larga.
A veces las llamo. Siguen siempre el mismo patrón. Siempre van a hacer deporte, que traducido al lenguaje normal es ir al «gym», después, se apuntar a jugar pádel, pero, a la hora de comer, piden lo mínimo y dan vueltas a la comida dejando la mitad. A última hora de la tarde, tienen que salir a correr o andar porque han estado demasiado tiempo sentadas…Yo me pregunto, ¿esto es vida? Algunas se están consumiendo. Eso sí, no tienen ni un gramo de grasa. Yo tengo una sensación de culpabilidad por mi eterno rechazo a gastarme y pisar un gimnasio. Mi abuela, ya lo he contado más de una vez, decía: «Niñas, no os gastéis mucho. La belleza hay que descansarla».
¿Ustedes, no se ha dado cuenta que es una gran verdad lo que decía mi abuela? Cuando vas al traumatólogo, porque te duele un hombro o la espalda, te dice que es desgaste, que a partir de los cuarenta empieza el desgaste. Yo debería estar para el «desguace» y sin embargo, estoy estupendamente y casi no me duela nada. Digo casi, porque me duele el hombro derecho consecuencia de jugar mucho a tenis y a la pala, pero voy a la Clínica Cres, donde me inyectan células madre y estoy como nueva. Se lo recomiendo, por cierto.
Algunas mujeres están cada vez más obsesionadas con la delgadez sin darse cuenta que a los hombres les gustan los cuerpos delgados, pero con curvas. Les gusta disfrutar de la comida con su pareja, compartir calorías y «chuches». Todo sin mala conciencia y reírse mucho, compartiendo así los placeres de la vida.
El horror Kardashian
Las «instagramers» tiene aplicaciones y filtros para parecer más delgadas y más altas, pero algunas deforman tanto sus cuerpos que dan risa con piernas interminables y esqueléticas. Está haciendo mucho daño esta red social, porque aboga a que se midan continuamente entre ellas sin darse cuenta que cada una de nosotras somos únicas e irrepetibles. No queráis ser lo que no sois. Trabajad más vuestra mente y vuestra espiritualidad, así como la cultura y seguro que seréis más felices.
Después está la especie de cuerpos a base de implantes de pecho y traseros patéticos con cinturas de avispa, siguiendo la estela Kardashian. Otro espanto que cuando se pase de moda a ver que hacen. No quiero ni imaginármelo. Yo, de momento, bajo al mar a estar un rato nadando y tomando el sol. Eso me hace feliz! Nada tan curativo como el mar. Es salud.