Juicio
Sean ‘Diddy’ Combs celebra un veredicto que le libra de la cadena perpetua
El gigante del hip hop condenado por cargos menores, pero absuelto de los más graves en un juicio que ha paralizado Manhattan
El pasado miércoles, 2 de julio, en el sur de Manhattan, Sean "Diddy" Combs vivió un momento que definirá el resto de su vida. Apenas escuchó el veredicto del jurado, el magnate del hip hop se dejó caer de rodillas, apoyado en su silla, en una imagen que parecía más una oración que una derrota. Pero nada más lejos: aquel gesto fue la antesala de una celebración contenida que terminó en aplausos y vítores en la sala del tribunal, donde se habían ventilado siete semanas de escándalos y acusaciones sexuales que pusieron a prueba su imperio y su legado.
Conocido mundialmente como "Diddy", "Puff Daddy" o "P. Diddy", Combs fue declarado culpable de dos delitos menores, relacionados con el transporte para la prostitución, pero fue absuelto de tres cargos de mayor gravedad que podrían haberle condenado a cadena perpetua. Entre ellos, la acusación más grave de conspiración para el crimen organizado, que el jurado rechazó por unanimidad tras una deliberación de 13 horas distribuidas en tres días.
Cassie Ventura, figura central en las acusaciones
El proceso judicial, seguido con atención por miles de personas, contó con 34 testigos, incluyendo a las dos mujeres clave en la acusación: Cassie Ventura, ex pareja de Combs durante una década y figura central en las acusaciones, y una segunda mujer, identificada en el juicio bajo el nombre ficticio "Jane". Sus testimonios, que incluyeron episodios estremecedores como una agresión captada por cámaras de seguridad, marcaron el tono del caso.
El alivio para Combs es mayúsculo: evita la prisión de por vida, pero aún queda por conocer la pena que le impondrá el juez Arun Subramanian en las próximas semanas. Los cargos por los que fue declarado culpable podrían suponer hasta 20 años de cárcel, aunque expertos legales apuntan a una condena mucho menor, posiblemente entre 24 y 30 meses. Por otro lado, la cuestión de su posible libertad condicional sigue abierta, con la fiscalía insistiendo en que permanezca en prisión hasta la sentencia, mientras que el rapero y su defensa han mostrado su deseo de libertad provisional.
La decisión provocó reacciones encontradas: festejada por seguidores que se congregaron frente al tribunal, pero duramente criticada por colectivos feministas y activistas, quienes calificaron el veredicto como "una mancha" en el sistema judicial por no lograr que "abusadores como Diddy rindan cuentas".
Más allá del juicio penal, Combs enfrenta un tsunami de demandas civiles y la pérdida de prestigio que le ha costado parte de su imperio empresarial y cultural. Pero la gran noticia para él es que, al menos por ahora, podrá empezar a reconstruir su vida y sus negocios en libertad, dejando atrás la sombra de una condena que hubiera significado un encarcelamiento de por vida.
Un capítulo intenso en la vida del icono del hip hop que aún no ha cerrado del todo, pero que marca un punto de inflexión en su carrera y legado.