Premios Princesa de Asturias

Serena Williams conquista Oviedo: fan de Alcaraz y de la gastronomía española y con un perro llamado Nadal

Ovacionada a su llegada a Asturias para recibir el Premio Princesa de Asturias de los Deportes, la leyenda del tenis habló de Alcaraz, de su vínculo con España y de los sacrificios que marcaron su carrera

    FOTODELDÍA OVIEDO, 23/10/2025.- La tenista estadounidense Serena Williams es recibida en Oviedo con los gaiteros a la entrada del Hotel de la Reconquista este jueves, el día previo a recoger el Premio Princesa de Asturias de los Deportes 2025. EFE/Paco Paredes
    Serena Williams llega a OviedoPaco ParedesAgencia EFE

    Serena Williams volvió a hacerlo: conquistar, sin raqueta, pero con carisma. La extenista estadounidense fue recibida en Oviedo con una ovación que mezcló admiración y cariño, en un Palacio de Exposiciones y Congresos repleto de casi 2.000 personas -entre ellas, decenas de jóvenes tenistas que crecieron inspirándose en ella-. La cita, titulada Serena, legado y leyenda, formó parte de las actividades previas a la ceremonia de los Premios Princesa de Asturias, donde Williams recibirá el galardón de Deportes.

    Desde el primer momento, Serena se mostró cercana, divertida y profundamente humana. Llegó al Hotel Reconquista bailando al ritmo de las gaitas asturianas, enfundada en un vestido beige y con su característica sonrisa. Por la tarde, cambió su look por una chaqueta burdeos y minifalda, y se sentó junto a Feliciano López y Theresa Zabell para conversar sobre una vida que trasciende el deporte.

    Odiaba enfrentarse a su hermana

    La ganadora de 23 Grand Slams -seis US Open, siete Wimbledon y un total de 73 títulos individuales- confesó que, si algo odiaba de su carrera, era tener que enfrentarse a su hermana Venus. "Fue muy, muy difícil. Lo odiaba, porque crecimos juntas y ganarla era un rollo. Pero sabíamos que el tenis no sería para siempre", admitió entre risas. Recordó también los consejos de su hermana en los días más duros: "Me dijo: ‘Un día tendrás tu momento’, y tenía razón".

    La campeona habló con ternura de su hija, Alexis Olympia, que la escuchaba entre el público. "Sería lo mejor que siguiera mis pasos. Es la mejor carrera posible", confesó. Con la naturalidad que la caracteriza, relató cómo llegó a ganar partidos tras noches sin dormir en el hospital con su pequeña, o incluso embarazada. "Aún no sé cómo lo conseguí", reconoció, entre el asombro de los asistentes.

    Dueña de un humor afilado, Serena no pudo resistirse a una broma cuando le preguntaron qué consejo le daría a su yo más joven: "Invertir en Amazon, en Apple, en ChatGPT… Lo siento, pero es la verdad", dijo, provocando carcajadas. Su pasión por la tecnología, sin embargo, no es anecdótica: a través de su firma de inversión, apoya proyectos liderados por mujeres y personas racializadas. "Quiero que se me recuerde más fuera de la pista”, subrayó, reafirmando su compromiso con la igualdad y la justicia social.

    Fan confesa de Carlos Alcarazy amante de la gastronomía española, Serena reveló que su perro se llama Rafa Nadal y que en Oviedo probó "otra versión de la paella". "Amo las paellas", dijo sonriendo, "pero esta era diferente".

    En su paso por la capital asturiana, la ciudad se rindió ante su energía. La Fundación Princesa de Asturias proyectó El método Williams y dedicó murales a su figura, símbolo de superación y orgullo afroamericano. Serena, por su parte, no ocultó su emoción: "Es un verdadero honor estar aquí. Gracias al Rey y a la Reina por recibirme", afirmó antes de despedirse con un aplauso que fue mucho más que un homenaje deportivo. Fue el reconocimiento a una mujer que, dentro y fuera de la pista, cambió las reglas del juego.