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Vendetta

Sonia Moldes desmonta a Lequio: grababa a sus amantes desde una rejilla en el techo

La empresaria reapareció en televisión para contar su versión sobre la turbulenta relación que mantuvo con el italiano

Sonia Moldes Telecinco

Alessandro Lequio y Sonia Moldes vivieron una apasionada historia de amor entre 1997 y verano de1999. Cuando se conocieron, ella tenía 24 años y estaba ya divorciada; él intentaba salir de una relación con Mar Flores. Fue, sin duda, un noviazgo muy mediático que dejó grandes momentos en fiestas y viajes, pero enseguida afloraron infidelidades mutuas y los celos enfermizos de Alessandro, según contó anoche Sonia en "¡De viernes!".

El mayor error de su vida

En la entrevista dejó claro que fue una relación con gran carga erótica y plagada de escenas desagradables, desconfianza y peleas. Finalmente, la relación terminó con una ruptura en 1999, aunque hubo encuentros ocasionales hasta 2015, incluso él casado con María Palacios. “En su momento yo le tenía miedo a él. Es una persona muy temperamental”, expresó. Para ella, Alessandro es el "mayor error de la vida" y, si decidió reaparecer en televisión, fue para desmentirle tras sus palabras sobre Mar Flores.

Alessandro Lequio y Mar Flores Fotomontaje La Razón

"Voy a contar la verdad y lo que viví, que no tiene nada que ver con lo que él está contando. Alessandro está mintiendo". Ella era la pareja oficial cuando salieron a la luz unas fotografías de Interviú en las que se veía a Lequio con Mar Flores en una cama. "¿Cómo se atreve a juzgar una infidelidad su vida ha estado llena de infidelidades?", avanzó. Fue dando detalles de su tormentosa relación y advirtió que conoce todo sobre el italiano, incluso sus lados más oscuros. "Hay nombres que impresionarían al país entero. Ha vendido a toda la gente que ha estado con él. Ganar dinero era su modus operandi", desveló.

Coleccionista de amantes

Con tranquilidad pasmosa, la exmodelo y ahora empresria explicó que Lequio tenía la costumbre de grabar a las mujeres con las que se acostaba desde una rejilla en el techo. "Un día, cuando estábamos juntos, yo en el techo de su habitación veo una especie de rejilla negra extraña y le pregunto qué era eso, entonces él se sienta en la cama, se ríe y me dice: eres la primera persona que se ha dado cuenta de esto”. Según esto, además de coleccionar amantes, las grababa sin su consentimiento.

"Alessandro era muy irrespetuoso. Alessandro me contó su vida, sé las personas con la que ha estado, cómo, dónde y por qué. Con ese material yo no sé qué quería hacer, pero la respuesta es obvia, algo bueno con esas grabaciones no pensaba hacer, ¿chantajear? yo no lo sé". El caso es que el culebrón que inició Mar Flores sigue nutriéndose con nuevos secundarios y cada uno pide su propio capítulo.