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Tamara Falcó pide a Íñigo Onieva que no insulte a los paparazzi

La marquesa le ha pedido que vigile sus formas ante la prensa

Tamara Falcó e Íñigo Onieva en Bali
Tamara Falcó e Íñigo Onieva en BaliInstagram

Llamar psicópatas a los reporteros que le esperaban en la puerta de su casa fue un mal gesto de Íñigo Onieva, que ha disgustado incluso a su novia Tamara. La hija de Isabel Preysler, que se casa con su pareja este próximo sábado, le leyó la cartilla para que modere su lenguaje y no se meta en más líos. Ella se limita a no abrir la boca cuando la abordan los reporteros. En eso ha encontrado una gran maestra en su madre, experta en esquivar preguntas indiscretas.

Íñigo no sabe controlarse, no es la primera vez que salta de mala manera ante los periodistas, y eso que parecía que la recuperación de su fervor cristiano, seguramente inspirado en la fe mariana de su chica, le habían convertido en un ser apacible, alejado de un pasado nocturno marcado por las juergas y las infidelidades.

Tamara Falcó e Íñigo Onieva en Bali
Tamara Falcó e Íñigo Onieva en BaliInstagram

En otro orden de cosas, las joyas robadas hace unos días en plena carretera de A Coruña a tres hermanos joyeros no tenían nada que ver con las que lucirá Tamara en su enlace matrimonial, al contrario de lo publicado por algunos medios de comunicación. La empresa robada lo ha desmentido en un comunicado, pero parece ser que algunas de las piezas sustraídas por los delincuentes podrían formar parte de las que lucirán algunos de los invitados a la boda, incluso se rumorea que, entre los damnificados, podría estar la propia madre del novio y que será la madrina en un día tan especial.