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Martina Jáudenes, la sirena que saludó al Rey

La imagen del encuentro de Felipe VI con una joven rubia en bikini blanco en Palma creó el jueves cierta confusión y se hizo viral. Confirmado: es su ahijada.

La ahijada de Felipe VI, en Palma. A la derecha, el día de su boda con Luis Abascal
La ahijada de Felipe VI, en Palma. A la derecha, el día de su boda con Luis Abascallarazon

La imagen del encuentro de Felipe VI con una joven rubia en bikini blanco en Palma creó el jueves cierta confusión y se hizo viral. Confirmado: es su ahijada.

Cinco minutos duró el revuelo cuando los tres fotógrafos, entre ellos el de este periódico, Alberto Roldán, que siguen las regatas desde una lancha rápida neumática, regresaban a puerto y descargaban las fotos.

Al ser uno de ellos el de la agencia Efe en pocos minutos ya estaba la foto en casi todas las redacciones de España. Una instantánea con la tripulación del «Aifos» de hombres fornidos, excepto la teniente Nerea, extasiados y sonrientes ante la presencia de una mujer rubia, de figura espectacular, en bikini blanco, que les hacía señales en la cubierta de una embarcación situada en el campo de regatas. Ella intentaba cubrir parte de su cuerpo con una toalla pero la instantánea no dejaba dudas del encuentro en la bahía mallorquina y sin que la lancha de la guardia civil que sigue al barco interviniese en ningún momento.

Enseguida se desvelaba la identidad de la joven rubia que se alegraba tanto por coincidir con la tripulación de la Armada y, en concreto, con el Rey Felipe. Esos reparos iniciales para publicar una foto que podría ser comprometida o formar revuelo al ser divulgada por los medios de comunicación, se superaron rápidamente: carta blanca. La joven del bikini blanco es Martina Jáudenes, de 27 años, ahijada de Don Felipe.

La relación de los Jáudenes con la familia Borbón viene de lejos, de los tiempos en los que en la Copa del Rey de Vela navegaban pocas embarcaciones, no había tantos controles y distancias y la marinería se trataba de manera más cercana. Era como una hermandad y aunque Don Juan Carlos era Rey nada impedía que su familia se moviera en bicicleta y chanclas por el náutico.

Hablaban con normalidad con todo el mundo y, a pesar de que en la mar eran rivales, en tierra había mucha camaradería . Eugenio Jáudenes, el padre de la joven «sirena» de la que todo el mundo habla, era uno de esos marineros que tejió buena relación con el Rey Juan Carlos. Eran rivales porque no formaban equipo y cuando nació su hija Martina el entonces joven príncipe Felipe aceptó encantado convertirse en su padrino. Felipe, que empezó navegando con marineros de la Armada, después estuvo un tiempo con tripulaciones de regatistas profesionales en el barco CAM, para regresar a ser patrón del barco de regatas de la Armada, el Aifos.

Es decir, que no ha tenido ocasión de formar equipo con Eugenio Jáudenes porque él es comandante de Iberia retirado, no militar de la Armada. Don Felipe conocía a Eugenio desde pequeño por ser amigo de su padre y no dudó en aceptar ser el padrino de su bella hija, cuya imagen se ha hecho viral.