Paula Ulargui o cómo poner la moda al servicio de la naturaleza

El pasado miércoles, la Galería de Cristal del Palacio de Cibeles de Madrid acogió la segunda edición del Audi Summit For Progress, un encuentro con el que se pretende ofrecer a la opinión pública una visión innovadora y real de cómo profesionales de diversos espectros están cambiando el sistema hacia un mundo más sostenible. Entre los ponentes que presentaron sus ideas revolucionarias y visionarias plasmadas en proyectos tangibles ya vigentes se encontraba la diseñadora Paula Ulargui, que combina las plantas naturales con lo textil y crea prendas efímeras, con un ciclo de vida natural, mediante el uso de biomateriales y seres vivos como plantas o microorganismos. «Es un proyecto de moda sostenible que empecé desde la necesidad de reconectar con la naturaleza, de crear una imagen que sirviese como impacto a la gente, para que viesen la necesidad de movernos hacia un nuevo tipo de moda al servicio de la naturaleza», explica a LA RAZÓN.

De hecho, no fueron los patrones o los tejidos de sus prendas a lo que más tiempo dedicó a la hora de desarrollar su proyecto, sino que el principal reto para fue familiarizarse con el ciclo de vida de las plantas. «El primer paso fue entender muy bien qué necesitaba la planta. Fueron tres ramas de investigación, y dependiendo de la naturaleza que quería implementar en el textil tuve que hacer una investigación diferente. En el caso de las plantas, tuve que mirar bien qué necesidades de agua, nutrientes, aire o luz necesitaban para crecer. La clave está en que fui adaptando mis creaciones a sus necesidades, que ese es el concepto: reconectar pero poniéndonos al servicio de la naturaleza. Lo que no quería hacer era pensar primero el diseño y luego decir: 'le pongo aquí una florecita'».

Aunque «efímero» y «sostenible» puedan parecer términos contradictorios en el contexto de la industria de la moda, que tiende a apostar por prendas duraderas para reducir el consumo, Paula Ulargui sostiene que «lo más importante es que no hablamos de una escala grande. No quiero hacer un producto masivo que todo el mundo quiera ponerse, mi reto es masificar mi mensaje de reconectar. Utilizo estas prendas como altavoz para expresar cuáles son las siguientes necesidades y concienciar al consumidor, porque es la clave para que esta industria pueda avanzar en la dirección de la sostenibilidad».

Ulargui está decidida a predicar la necesidad urgente de cambio en la industria de la moda, un proceso que implica a todos los agentes, aunque, bajo su punto de vista, la clave está en el consumidor: «Si se sigue resistiendo a pagar más de dos euros por una camiseta, entonces no podemos hacer milagros».

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Aunque la industria de la moda sigue siendo una de las más contaminantes, Ulargui se muestra optimista y visualiza un futuro verde en el que los conceptos de «fast fashion» y «sostenible» pueden ir de la mano: «Las grandes industrias están trabajando mucho por ser sostenibles, y las tecnologías cada vez avanzan más y hay mucha esperanza de cambio. Este es un movimiento global que implica a todos los agentes, desde el diseñador que tendrá que ser más consciente de dónde nace la primera fibra de ese tejido que elige hasta el consumidor, que tendrá que cambiar su forma de adquirir moda. Es verdad que será algo que lleve su tiempo, pero ya es un movimiento que ha empezado y que no tiene fin».