Opinión

La crónica de Amilibia: También en Colombia gana Zapatero

El expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero
El expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez ZapateroCarlos LujánEuropa Press

El que dijo durante su mandato que, para su gusto, el oficio ideal era el de inspector de nubes tumbado en una hamaca ya ha alcanzado su objetivo: puede colocar su tumbona en las mejores playas de Venezuela, Nicaragua, Cuba o Colombia, a elegir. Leo que el nuevo presidente colombiano, Gustavo Petro, tiene previsto ofrecer un cargo de asesor a Zapatero. Es el reinventor del chollo del negociador elevado al cuadrado. Aún no me explico por qué no se ha puesto el chaleco antibalas y se ha ido a Ucrania con su banderita blanca a negociar la paz. Si yo fuera presidente del Imserso, le rogaría que ofreciera algunas charlas a los jubilados para explicarles cómo montárselo para viajar por el mundo y colocar la sombrilla y la neverita en primera línea de las mejores playas de América. Cómo sin necesidad de tocar los cuernos a una vaca-talismán ni ganar elecciones puede uno convertirse tan ricamente en el Picasso de las palomas de la paz en el muro rojo americano.

Que me lo explique, le grito al televisor, porque este viejo también quiere viajar por el mundo (gratis total, claro) en sus últimos días y colocar su hamaquita junto a las aguas esmeraldas de Islas de Rosario o Isla de San Andrés, bellas playas colombianas. Mientras, Yolanda Díaz, ante la eclosión pepera en Andalucía, parece haber escuchado las trompetas de Jericó y ahora sueña con la física cuántica para derribar muros en el metaverso: «Necesitamos abrir un nuevo tiempo que mire al futuro. La ciudadanía nos está esperando».

Ni Winston Churchill con su ofrecimiento de «sangre, sudor y lágrimas» ni Luther King con su «yo tengo un sueño», llegaron tan lejos. Sí, la ciudadanía la espera volcada en la pasarela.