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Opinión

El diario de Amilibia: "Ay, que me parto de risa con Pablo"

Está convencido de que Alberto Núñez Feijóo e Isabel Díaz Ayuso por ejemplo, «pueden cantar hasta “La Traviata” en la cama»

El exlíder de Podemos, Pablo Iglesias Joaquin CorcheroEuropa Press

La historia del agente infiltrado y las indepes que se lo beneficiaron es digna de ser narrada por Gila, pero como Miguel ya no está, Pablo Iglesias decide ponerse jocoso y, para hacer boca, escribe en Twitter que «habría que infiltrar hombres y mujeres de la Policía Nacional y de la Guardia Civil que consigan mantener relaciones sexuales con los jefes y las jefas del PP para obtener información, incluso si hay que forzar un poco la ley». Está convencido de que Alberto Núñez Feijóo e Isabel Díaz Ayuso por ejemplo, «pueden cantar hasta “La Traviata” en la cama».

Prefiere «La Traviata» a la canción de la venganza de Shakira porque solo imaginando a Ayuso cantando «una loba como yo no está para novatos/ una loba como yo no está para tipos como tú» le entran todas las fiebres.

El exlíder de Podemos, Pablo IglesiasJoaquin CorcheroEuropa Press

Me extraña, eso sí, que no se proponga él mismo como agente infiltrado: sería la cumbre del profesor casanova reconvertido en macho alfa indetectable. Y también que no haya pensado en infiltrar a Mariló Montero, la flagelada en sus fantasías eróticas, como espía en plan chica Bond: le confesó a Sardá que ella «se plantea el sexo como una especie de poliamor abierto con varios, sin compromiso». Ideal para este servicio.

Más extraño aún es que no haya rematado su chascarrillo contando cómo a las mozas indepes trajinadas por el infiltrado no se les ocurrió sospechar de que un tío muy cachas, que hablaba catalán con acento de Ávila y que olía a Varón Dandy, no podía ser de los suyos. Y que la necesaria Ley Sexual de Infiltrados la debe redactar su santa, Irene Montero, para que el folleteo sea consentido y siempre después de que el agente muestre la placa.

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