EEUU
Jill Biden, portada de "Vogue": "Seguiremos luchando"
La primera dama estadounidense se convierte en una de las mejores bazas del presidente de cara a su reelección, sobre todo después de su desastroso cara a cara con Donald Trump
El primer cara a cara de la campaña entre Joe Biden y Donald Trump se saldó con una clara victoria del candidato republicano. El actual presidente de los Estados Unidos vaciló en numerosas ocasiones, incurrió en largos silencios y demostró una evidente falta de energía que puso de nuevo sobre la mesa los supuestos problemas cognitivos que sufre a consecuencia de su edad, 81 años.
Tras el debate, más del 70 % de los estadounidenses consultados consideran que Biden no es apto para ejercer de nuevo su cargo, e incluso entre los demócratas se ha planteado la posibilidad de que se retire y deje paso a un nuevo candidato más joven.
Pero nadie en su círculo íntimo quiere oír hablar de estas ideas, sobre todo en el caso de su mujer. Jill Biden, la primera dama, se ha convertido en una de las mejores bazas del presidente ante las próximas elecciones del 5 de noviembre, su punto fuerte de cara a la opinión pública y una de las consejeras en las que más confía.
Tras un debate en el que ni los datos falseados de Trump lograron derrotarle frente a Biden, la esposa del presidente lo tiene claro. "No permitiremos que esos 90 minutos definan los cuatro años que lleva como presidente. Seguiremos luchando", comenta Jill a "Vogue", la revista cuya portada del número de agosto protagoniza.
El rol de la primera dama en Estados Unidos juega un papel fundamental en las campañas electorales y cuentan con su propia agenda para hacer llegar a cada rincón del país el discurso del partido. En este sentido, Jill Biden ha apostado por el feminismo y pone en el foco la pérdida de garantías constitucionales que muchas mujeres han sufrido en los estados gobernados por los republicanos.
"Somos la primera generación en medio siglo que le da a nuestras hijas un país con menos derechos que los que teníamos (...) Prohibiciones de libros. Leyes electorales destruidas. Decisiones judiciales que nos despojan de nuestras libertades más básicas. Pero las circunstancias no son el destino (...) ¡Cuando nuestros cuerpos están en juego, cuando el futuro de nuestras hijas está en juego, cuando nuestro país y su libertad están en juego, somos inamovibles e imparables!", dijo en la conferencia Women for Biden en Minnesota ante unas 200 personas congregadas.
Jill todavía es capaz de atraer la atención y entusiasmar a las masas, unas cualidades de líder que su marido parece haber ido perdiendo a lo largo de los años, pero si hay alguien que pueda convencer a más de 200 millones de electores de que Biden es apto para ser reelegido, esa sin duda es ella.