Entre todas las mujeres afectadas por el escándalo originado por Íñigo Errejón, hay una en especial que sufre en silencio la situación que menos esperaba en esta vida. Y es que, María Ángeles Galván es la madre del aciago protagonista de esta historia de acosos y violencia machista, la víctima colateral de tan espinoso asunto.

Angy, como la conocen sus más allegados, adora a su hijo y hoy le cuesta creer que haya sido capaz de hacer todo lo que se le "imputa". Para ella esto es un mal sueño, un varapalo vital del que le cuesta recuperarse.

Para el ya exportavoz de Sumar en el Congreso de los Diputados, sus padres siempre han sido un referente, personal y político. De ellos heredó ideología de izquierdas y los admira profundamente.

En el caso de María Ángeles, estamos ante una mujer feminista, activista de Podemos, el partido que fundó su hijo junto a Pablo iglesias, bióloga y luchadora en favor de los derechos humanos. Una persona con mucho carácter y muy fuertes convicciones políticas.

En su juventud, en la década de los setenta del siglo pasado, militó en La joven Guardia Roja, formación en la que conoció a su hoy marido, José Antonio Errejón. Aparte de Iñigo, tiene otro hijo, Guillermo, que reside en el País Vasco. Es una madre muy protectora y siempre ha mantenido una relación de cariño excepcional con sus dos vástagos, y por eso, como decimos, sufre al ver que Íñigo es acusado de maltrato psicológico y violencia sexual contra mujeres.