Estados Unidos

Primera reprimenda a Donald Trump por su dieta basura: ¿conseguirá Robert F. Kennedy Jr. que cambie?

Su pasión por las hamburguesas choca con las medidas del nuevo secretario de Salud

Donald Trump promete que, de volver a la Casa Blanca y ser elegido como presidente de Estados Unidos, deportará a un millón de inmigrantes. Una medida estrella que generado polémica y críticas
Donald Trump promete que, de volver a la Casa Blanca y ser elegido como presidente de Estados Unidos, deportará a un millón de inmigrantes. Una medida estrella que generado polémica y críticasBryon HoulgraveAP Photo

La elección de Robert F. Kennedy Jr. como futuro secretario de Salud de la administración Trump, que empezará en enero de 2025, ha provocado un desplome en bolsa, especialmente en los fabricantes de vacunas por su conocida postura antivacunas. Y si no desoye sus consejos, también la despensa de la Casa Blanca podría verse afectada.

El presidente electo ha llegado a los 78 años siguiendo una dieta poco saludable en la que predominan las hamburguesas con patatas fritas de las grandes cadenas de comida rápida y los refrescos de cola light. ¿Cómo será su cocina cuando invite a su mesa a este defensor de la medicina alternativa y la alimentación vegetariana?

Donald Trump, en la gala de un foro conservador celebrada el jueves en Mar-a-Lago
Donald Trump, en la gala de un foro conservador celebrada el jueves en Mar-a-LagoASSOCIATED PRESSAgencia AP

Kennedy ya le ha reprendido públicamente por sus hábitos alimenticios y entre sus planes para reestructurar el sistema de salud pública del país ha incluido la eliminación de productos procesados de los estantes de los supermercados. En el podcast Genius Network. de Joe Polish, no dudó en juzgar negativamente las costumbres de Donald Trump. Es algo que ha observado durante la campaña y especialmente cuando ha viajado con él en avión. "Lo que come es realmente malo. En el avión, directamente veneno. Tienes la opción de elegir entre KFC o Big Macs. Eso cuando tienes suerte, el resto de las cosas las considero incomibles". En cuanto a la Coca Cola, asegura que, según le han confirmado las personas más allegadas, es su única bebida. Nunca se le ha visto beber un vaso de agua.

Lo que no se puede negar es que Donald Trump goza de una estupenda salud de hierro. En 2018, pesaba 108 kilos y medía 1,90 centímetros. Tras un exhaustivo examen, el médico de la Casa Blanca certificó que su salud era excelente. Ajeno al criterio popular de "desayunar como un rey, comer como un príncipe, cenar como un mendigo", él evita desayunar y procura almorzar ligero para reservar su apetito para la cena. Ahí encuentra su fuerte.

Si toma algo a primera hora, no es un café que le entone, sino unos huevos con tocino o cereales. Según publicó el exdirector de campaña Corey Lewandowski en su libro Let Trump Be Trump, puede pasar entre 14 y 16 horas sin probar bocado. También contó que el pedido favorito de Trump en McDonald's es un menú dos Big Macs, dos hamburguesas Filet-O-Fish y un batido de chocolate pequeño.

Un artículo de The Times publicó que, siguiendo el consejo de su equipo médico, durante un tiempo el personal de cocina camuflaba las verduras en sus platos. El chef de la Casa Blanca, Andre Rush, quien cocinó durante su primer mandato indicó al diario "The Sun" que a menudo preparaba hamburguesas y pastel de carne para el presidente, pero le alentaba a cambiar sus hábitos alimenticios.

Rush cree que es demasiado tarde para hacerle cambiar, aunque confía en que los chefs de la Casa Blanca conseguirán introducir alimentos frescos y saludables en sus menús. Al contrario que Kamala Harris, que no publicó sus registros médicos en el periodo previo a las elecciones, Trump se ha encargado de advertir que se ha sometido a más exámenes que ningún otro presidente en la historia. También sus pruebas cognitivas han dado buenos resultados. "Estoy mucho más sano que Clinton, Bush, Obama, Biden, pero especialmente que Kamala".