Vídeo viral
La cobra de María del Monte a Inmaculada Casal en directo que truncó un Casillas-Carbonero
Querían emular al futbolista y la periodista en el Mundial de Sudáfrica, pero al final fue una cobra como Bisbal a Chenoa
Este viernes 28 de febrero María del Monte ha vivido un momento grande en el Teatro de la Real Maestranza de Sevilla, donde tenía lugar la Gala 28F 2025. Coincidiendo con el Día de Andalucía, la Junta de la comunidad quiso reconocer el talento puesto al servicio del mundo por parte de la artista, que ha llevado a lo más grande su arte y ha situado la región en el mundo para muchos. Toda una vida de dedicación sobre los escenarios, que ahora ha tenido su recompensa al recibir la Medalla de Andalucía, compartiendo este honor con Pablo Alborán y Karina.
Como cabría esperar, la expectación ha sido máxima y muchos medios de comunicación han enviado allí a sus reporteros a cubrir la noticia y tener ocasión de entrevistar a los protagonistas de la jornada. Especialmente aquellos medios andaluces que han vivido este viernes un día grande, como así le ha sucedido a Inmaculada Casal, esposa de María del Monte, que no solo estaba por su vertiente personal como su mujer, sino también en calidad de periodista. Se le propuso entrevistar a su pareja para que se pudiese protagonizar una curiosa estampa en directo para su programa autonómico. Pero lo que pudo ser un remake coplero del beso de Iker Casillas y Sara Carbonero en el Mundial de Sudáfrica en 2010, ha terminado siendo una ‘cobra’ en directo al más puro estilo David Bisbal a Chenoa.
“Pues muchas gracias María y muchas felicidades”, le dedicaba Inmaculada Casal a María del Monte para despedirse de ella tras la entrevista. Sin pensárselo dos veces se acercó a su esposa para darle un beso en los labios. Un pico inocente. Pero la cantante estuvo rápida a la hora de esquivar el ósculo: “Muchas gracias… pero ha perdido la cabeza, ha perdido la cabeza”, se marchaba la artista sevillana con aspavientos. No le hizo mucha gracia el arranque público de su mujer y no parece muy por la labor de un cariñoso gesto delante del mundo. Inmaculada se quedó perpleja y trató de salir airosa como pudo ante la audiencia que lo vio todo en pleno directo: “La emoción hay que compartirla, oye, y no me digan siquiera”, se excusó. Al menos lo suyo no terminará tan mal como el beso de Rubiales a Jenni Hermoso.