Lucha de egos

Lazos de sangre: Las claves ocultas de la encarnizada rivalidad de Julio Iglesias con su hijo Enrique

Chabeli Iglesias confiesa lo que sucedió entre su padre y su hermano pequeño, que estuvieron 10 años sin dirigirse la palabra

Julio Iglesias con su hijo Enrique
Julio Iglesias con su hijo EnriqueFotomontaje La Razón

Julio Iglesias vuelve a ser el protagonista de ‘Lazos de sangre’, programa de TVE presentado por Jordi González, que ha repasado los capítulos más destacados de su trayectoria. Pero, como viene persiguiendo al afamado cantante, su hijo pequeño, Enrique Iglesias, le ha conseguido hacer sombra. Tal es el silencio que desean mantener los cantantes sobre su desgastada relación paternofilial y su enfrentamiento durante más de una década, que el hecho de que el hijo hable en este especial ha supuesto toda una sorpresa. Especialmente porque ha respondido a la cuestión que, desde hace años, lleva persiguiéndoles y que pone en el punto de mira su complicada relación. ¿Han llegado a hacer las paces?

Una vez más, Chabeli Iglesias ha sido la encargada de conducir la narración que recorre la vida de su padre, con la inestimable ayuda de su hermano Julio José. La hija de Isabel Preysler detalla por qué tuvieron que hacer las maletas los tres hermanos para abandonar Madrid e instalarse con su padre en Miami: “Mi padre no quiso viéramos que era un mujeriego y compró una casa al lado de la suya para nosotros”, recuerda. Vivían con su abuela y Elvira Olivares, una educadora que ejerció el papel de segunda madre, a quien cariñosamente llamaban como ‘La Seño’. Una mujer que tuvo un vínculo muy especial con el pequeño Enrique, hasta el punto de ser su único apoyo en sus comienzos en la música.

Tal y como cuentan en ‘Lazos de sangre’, ‘La Seño’ fue quien le dio a Enrique Iglesias los 500 dólares que costaba la grabación de la maqueta de ‘Si tú te vas’. No se lo pidió a su padre, a pesar de amasar una fortuna, porque quería labrarse solo su propia carrera. De hecho, mantuvo en secreto su deseo de ser cantante y cuando finalmente la noticia llega a casa, Julio Iglesias llamó a su hijo para amonestarle: “Tuvimos una pelea por teléfono. Me dijo ‘por qué haces esto, tú estás loco, por qué has hecho esto sin decirme nada, yo soy el que sabe sobre esto y no vas a conseguir nada sin mí’. Me peleé con él hice las maletas y me fui de casa”, explicaba Enrique Iglesias en una entrevista.

Enrique Iglesias no lo dudó ni un segundo y se propuso llegar tan alto como su padre sobre los escenarios, aunque no contase con el beneplácito paterno. “Mi hermano es muy independiente y yo creo que él quería hacerlo solo para demostrarle que podía. Es súper trabajador y eso lo ha heredado de mi padre”, recuerda Chabeli, que reconoce que “el no saberlo fue lo que le molestó, fue lo más difícil”.

La rivalidad entre padre e hijo era evidente, aunque ambos trataban de no dejar constancia de ello de cara a la galería. Así pasaron diez años sin mediar palabra. En público intentaban no pronunciarse al respecto y restar importancia a los dimes y diretes, aunque Julio Iglesias a veces veía difícil no saltar cuando se le comparaba con su vástago: “¿Si hay que ser número uno, él o yo? ¡Yo!”. También cuando se le comparaba en lo referente a su fama de mujeriego: “No, qué va, yo en eso soy un campeón”, decía en una entrevista. Enrique Iglesias tampoco ocultaba su propósito de superarle: “Siempre he querido vender más discos que mi padre, siempre he querido ser mejor que mi padre, ser mejor artista que mi padre”, reconocía.

Enrique Iglesias necesita momentos de ‘soledad’
Enrique Iglesias necesita momentos de ‘soledad’larazon

Chabeli Iglesias quiere sembrar ahora la paz entre ambos: “A veces uno dice cosas, pero en el fondo del alma uno no lo siente. No estoy segura de si a mi padre le molestó que Enrique no le contase sus planes, pero lo que sí sé es que mi padre está orgullosísimo de él y de que los dos se quieren muchísimo”. Tardaron diez años en volver a reencontrarse en un concierto en Marbella, cuando el hijo se sentó entre el público para disfrutar del talento de su padre. Esto supuso el final de los rumores de enfrentamiento, quizá también de su propia guerra, pero lo cierto es que el discurso de ambos cambió y en público relajaron sus palabras de rivalidad, para mostrar su admiración mutua.