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Suceso paranormal

La noche que Ana Rosa Quintana enfureció a un fantasma: no volverá a retar al más allá

La presentadora ha narrado una experiencia paranormal que ha puesto la piel de gallina a muchos: “De repente un jarrón chino enorme explota”

Ana Rosa Quintana en una imagen de archivo Gtres

Parte del encanto de Ana Rosa Quintana radica en el interés que despierta en el público. Además de su profesionalidad frente a las cámaras y su buen hacer a la hora de acercar la actualidad al público, también sabe entretenerle con anécdotas y píldoras sobre su faceta más íntima y personal. A veces habla de su marido, muy pocos, quizá más de sus hijos o sus nueras. También sobre su salud o incluso alguna nota de color picarona. Pero lo que ha confesado este martes ha erizado la piel de muchos de sus fieles.

La presentadora de ‘El programa de Ana Rosa’ ha querido trasportar a sus espectadores a la nave del misterio y emulando a Iker Jiménez ha hablado de sucesos paranormales. El plus está en que ella misma fue testigo de estos acontecimientos, en los que un fantasma tiene un papel protagonista. No el de la suegra de uno de sus entrevistados, que dice que le juega malas pasadas para atormentarle. A ella lo que le sucedió aún le pone la piel de gallina.

Ana Rosa Quintana confiesa su experiencia paranormal

Después de escuchar al hombre atormentado por el espíritu de su suegra, la presentadora quiso añadir otra historia a la tertulia. Se hablaba de cosas que desaparecían o se rompían sin explicación alguna, así como de una radio que se encendía misteriosamente para que Camilo Sesto cantase a viva voz. Tras esto, Ana Rosa sentencia: “A una amiga mía le pasó”. Una de la que prefiere no desvelar su identidad, lo que da pistas de que podría ser un rostro conocido.

Ana Rosa QuintanaTelecinco

Esta amiga y su familia se mudaron a una casa que acababan de adquirir. Estaban enamorados de la residencia y parecía cumplir sus expectativas y cubrir todas sus necesidades, aunque después comenzaron a encontrar inconvenientes: “Eran cosas como olores, cambio de cosas, a molestarle porque se supone que debía ser una habitante que había estado en esa casa y no quería a los nuevos inquilinos”. Esta delicada situación se la confesó su amiga desesperada y ella dice que quiso ver con sus propios ojos qué había de cierto. Quedó alucinada con lo que vio.

“Yo fui con cachondeo y digo ‘¿qué? ¿cómo lo llevamos?’. De repente un jarrón chino enorme hace ‘boom’ y explota”, narra Ana Rosa Quintana, segura de lo que presenció y dejando constancia previa de lo escéptica que era con el asunto cuando entró en la casa. Los dueños de la casa trataron de hacer muchas cosas para expulsar los malos espíritus de la vivienda, pero todos los esfuerzos fueron en vano. Siempre le ganaban la partida desde el más allá y no lograban calmar sus nervios. Es por eso que tomaron la decisión más sencilla: “Se mudaron”, resuelve la presentadora, que ha dejado atónicos a sus compañeros en plató.