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Hablemos de futuro
“Si el mundo rural no funciona, la ciudad no trabaja”
La irrupción de la tecnología en el campo ha supuesto una verdadera revolución, no solo a la hora de producir, sino también para mejorar el uso que hacemos de la tierra. Un ejemplo de ello es Agróptimum, una empresa española dedicada a la agricultura con base biotecnológica que, con un desarrollo innovador y el respaldo de entidades como Banco Santander, hoy mira hacia un futuro más sostenible y rentable
En tan solo unas décadas, la agricultura ha vivido una transformación exponencial que a día de hoy sigue en plena metamorfosis. La incorporación de medios tecnológicos a un mundo, hasta ahora, 100% analógico y natural ha tenido un impacto crucial en todos los ámbitos. Tanto es así que en la actualidad es posible gestionar de forma más eficiente tanto los recursos, como las herramientas y las personas de este sector.
Sin embargo, queda camino por recorrer en este sector fundamental para el funcionamiento de las sociedades: según las estimaciones de la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO), las necesidades de productos de origen agrícola crecerán entre un 60% y un 70% en tan solo unas décadas. Por ello, nos encontramos ante un momento único para poder trazar las líneas de lo que será la agricultura del futuro, mucho más verde, eficiente y digital. Y para lograrlo, las empresas necesitan apoyo de entidades capaces de proporcionárselo, como Banco Santander que con su Fondo Agro Smart ayuda a que las pequeñas y medianas empresas alcancen más fácilmente esa meta.
Un ejemplo perfecto de la incorporación de medios tecnológicos al mundo agrícola lo encontramos en la empresa española Agróptimum, que, tras décadas dedicándose al mundo de la viticultura, hoy se dedica a la agricultura con base biotecnológica. Inspirada en un modelo 360 que comprende todo el servicio integral, Agróptimum hace agricultura “innovadora, sostenible y rentable”, como cuenta su CEO, Ángel Minaya. Su empresa combina ingeniería y tradición para dar lugar al máximo de rentabilidad.
Una de sus principales líneas de producción es la planta de pistacho, que nace después de la constatación de que en nuestro país existe mucho desconocimiento sobre este tipo de cultivos. Fue “a principios de 2019″ cuando comenzó esta inquietud para Minaya, quien, en un viaje a California (Estados Unidos es el mayor productor mundial del pistacho), pudo comprobar de primera mano todos los avances tecnológicos y digitales del país americano en estos nuevos modelos de cultivo.
Minaya regresó a nuestro país dispuesto a desarrollar una tecnología que permitiera a los procesos agrícolas españoles ser mucho más precisos y estar basados en la realidad y bajo los datos que da la experiencia. Ya en 2020, se sumergió en el desarrollo de tecnología que permite mejorar el cultivo de estos frutos secos, gracias a la elaboración de un plan de viabilidad completo.
Para ello, la tecnología tiene en consideración la parte climática, con la información transmitida por los satélites, las estaciones meteorológicas y los datos extraídos sobre cuestiones asociadas a la planta. Estos recogen información sobre las capacidades del suelo, la gestión del cultivo, los patógenos, las humedades, las composiciones… de forma que es posible ver cómo se desarrollará la planta: “Gracias a la tecnología, es posible saber de antemano si una acción de cultivo va a ser viable”, afirma el CEO de Agróptimum.
Una vez se determina la viabilidad y se procede a la planta, “todo está sensorizado”, cuenta Minaya. “Con estos dispositivos tecnológicos, es posible ser más eficientes”, por ejemplo, usando menos productos y optimizando su empleo para cuidar del medioambiente. “Todo lo hacemos con un objetivo clarísimo: reducir la huella de carbono”, cuenta el experto.
Desde Agróptimum también trabajan la biodiversidad, introduciendo especies de insectos que se desarrollan en granjas para ponerlos en plantaciones y que puedan cuidar de ellas sin la necesidad de utilizar productos ni generar un impacto en la atmósfera y en los frutos del cultivo. “También trabajaremos con productos con cero residuos”, algo que, de no ser por la tecnología, “no sería posible”.
Todo esto no solo tiene beneficios para la plantación y para el medioambiente, sino que también cuenta con ventajas para el medio rural. “Estamos apostando en todo momento por desarrollar el campo, creando riqueza y mano de obra y dando funcionalidad a tierras que no estaban siendo explotadas”, cuenta Minaya. “Si el mundo rural no funciona, la ciudad no trabaja”, explica.
Con el respaldo de uno de los grandes
Agróptimum, para desarrollar este modelo de empresa, cuenta con el apoyo de Banco Santander. Para Minaya, la “apuesta del banco hacia nuestro grupo es muy potente, porque sin circulante, ni financiación, ni apoyo, es muy difícil que empresas como esta, que empiezan desde abajo, puedan seguir escalando posiciones o ser pioneros en algo”, indica.
Para su CEO, el respaldo que han recibido, no solo financiero, sino también a través de servicios de asesoramiento, consultoría o networking, ha sido fundamental para convertir Agróptimum en lo que es hoy.
Banco Santander muestra cada año su voluntad de ayudar a todos los sectores sociales e industriales y prueba de ellos son los 4.200 millones de euros que destinó a las empresas del sector agro a lo largo de 2022, un 11% más que el año anterior.
Gracias a fórmulas como el Préstamo I+D+i Agro o los préstamos a largo plazo para la transformación de fincas a cultivos más rentables, con foco en la digitalización y la sostenibilidad, la entidad ha colaborado con más de 425.000 clientes con los que el banco cuenta en este sector.
Además, en 2022 esta apuesta por el campo español se ha reforzado con el lanzamiento del Fondo Agro Smart, una vía de financiación dotada con 500 millones de euros pensada para aquellas empresas del sector que quieren ampliar sus inversiones y acometer nuevos proyectos de crecimiento, transformación de fincas, digitalización y creación de empleo.
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