Cullera

Los hosteleros piden un «Plan Renove» que les dé más derechos sobre las playas

Proponen que sean tematizadas, copiando el modelo caribeño que permite el servicio «a pie de arena». «El ‘Sol y playa' no ha muerto, solo está muy enfermo» 

Locales costeros de gama media-alta que abrían todos los días en invierno, lo harán solo los fines de semana
Locales costeros de gama media-alta que abrían todos los días en invierno, lo harán solo los fines de semanalarazon

Valencia- Ya no se venden destinos, se venden experiencias. Con ingresos a la baja y exigencias al alza, los hosteleros valencianos reclaman una revisión del antiguo modelo de «Sol y Playa», ése que sirvió a la Comunitat para liderar el «boom» turístico. El mismo que más tarde fue denostado y quiso sustituirse por clientela más pudiente. Hoy, en plena crisis económica, no hay remilgos que valgan, así que se impone un regreso a lo seguro. Si algo funciona, no lo arregles, han debido pensar los socios de la Federación Empresarial de Hostelería de Valencia (FEHV), que piden con urgencia un «Plan Renove» para el sector. «El ‘Sol y playa' no está muerto, solo está muy enfermo».

Lo intentaron en 2005, pero entonces el fantasma de la recesión ni se intuía, así que ni empresarios ni Administración vieron la urgencia del cambio, lamenta ahora el vicepresidente de la FEHV y presidente de la Asociación Valenciana de Empresarios de Restaurantes Federados, José Palacios. Pero lo que entonces era una propuesta más, perdida en el cajón de la burocracia, es ahora prioridad. «Hicimos un documento que es una joya, que no se ha querido trabajar, pero que en estos momentos es lo único que puede salvarnos de la hecatombe».

Gin tonic y «beach clubs»
El programa, que ya han presentados a todas las partes implicadas -las públicas y las privadas- no requiere de grandes esfuerzos inversores, explican desde la Federación conscientes de la improbable concesión de ayudas. Se trata, aseguran, de voluntad política y de hacer concesiones. «O la Ley de Costas es suficientemente permisiva y elegante y nos concede que nos expandamos hacia la arena, o estamos en las últimas. No tenemos otra vía de escape».
Así, proponen un futuro de playas similares a las del Mar Caribe, «donde es posible que un camarero te traiga un gin tonic a tu tumbona o darte un masaje en un «chill out». En este sentido, los hosteleros echan mano de la oferta de zonas como la Costa del Sol. «El cliente lo que quiere es poder tomarse un café por la mañana sobre la arena si es lo que desea».
Y ante la posible avalancha de críticas de sectores contrarios a alterar el paisaje costero, se defienden diferenciando las playas urbanas de aquellas que se enmarcan en parajes con valor ecológico. «Hay que tener mucho cuidado con el medio ambiente». Su propuesta, aclaran, se limita a las arenas cercanas a los núcleos urbanos como las de Valencia, Gandia o Cullera, entre otras.

«Playas temáticas, enfocadas también, ¿por qué no? a los niños, con monitores, playas donde los minusválidos puedan realmente disfrutar de un baño porque las rampas les llevan hasta la orilla del mar, playas con ‘beach clubs'». Una propuesta que sería posible con poco presupuesto. «Ambientación, decoración, actividades... se trata de que nos den permiso», aclaran desde la FEHV.

Porque dicen que lo están pasando francamente mal. «Los últimos datos son horribles, sobre todo en las provincias de Valencia y Castellón», lamenta Palacios ¿Y las terrazas que se ven llenas? Se trata, asegura, de aquellos valencianos que no han podido marcharse de vacaciones y «bajan al bar a tomarse algo, de picoteo», pero su consumo no es suficiente para las maltrechas cajas de bares y restaurantes. «Y peor que será», anuncia pesimista. «Tenemos congelados los precios desde 2008, pero cada vez la rentabilidad es menor». Una situación que empeorará en apenas unas semanas cuando se haga efectiva la subida del IVA. Sin embargo, tienen pensando, a la espera del voto unánime, no repercutir el incremento en el consumidor.
Mientras tanto, confían en que la Administración les dé un respiro y pongan al frente de la Agencia Valenciana de Turismo (AVT) a una «persona útil, que entienda bien el sector (...) No nos importa que desaparezca la Conselleria, pero exigimos que exista un Departamento profesional que sea capaz de atajar la debacle».
 

 

Platos menos exquisitos
Existen en la Comunitat Valenciana un puñado de establecimientos históricos, costeros y afortunados que podían permitirse el lujo de abrir sus puertas en invierno. Locales de gama media-alta con una ocupación sobradamente rentable. Hasta ahora. Han capeado la crisis como han podido y antes de verse abocados a la inevitable bancarrota, han decidido tomar otras medidas que, aunque dolorosas, les darán unos meses más de vida. Y es que según Palacios, el cuarenta por ciento de este tipo de restaurantes asentados en Cullera, Gandia o Valencia, limitarán su oferta invernal a los fines de semana. Una decisión que viene acompañada por otras de índole gastronómico. Según el vicepresidente de la FEHV, se han visto forzados a cambiar la oferta de sus cartas. «La calidad de los productos se mantiene, pero se ha reducido la elaboración». Cuenta que actualmente se sirven platos menos complejos, porque muchos empresarios ya no pueden pagar la mano de obra capaz de tanta filigrana culinaria.