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El mal estilo de Evo Morales en el campo de fútbol

Daniel Cartagena, un funcionario de La Paz, sufrió una patada en los genitales de Evo Morales durante un partido esta semana. La Policía se lo quiso llevar tras el encuentro y ahora está huido y con miedo de ser detenido si aparece

El mal estilo de Evo Morales en el campo de fútbol
El mal estilo de Evo Morales en el campo de fútbollarazon

Daniel Cartagena era un desconocido hasta el pasado 3 de octubre. Un certero rodillazo en los genitales durante un partido amistoso en La Paz acabó con él en el suelo y las imágenes de la patada dieron rápidamente la vuelta al mundo. No hubiera pasado de ser un vídeo más, de los muchos que se cuelgan en internet todos los días, si el futbolista agresor no hubiera sido el mismísimo presidente de Bolivia, Evo Morales. No todos los días uno tiene la «suerte» de ser pateado por un jefe de Estado. Y menos en público y sobre un campo de fútbol.

Las anécdotas y disputas de un partido no deberían trascender de lo que sucede en el césped, dicen los profesionales, pero esta regla no se cumplió en el amistoso entre políticos que se disputó esta semana en Bolivia: los familiares de Daniel Cartagena denuncian que la persecución y el abuso de poder por parte del mandatario no terminó cuando acabó el partido.

Después de varios días del incidente, Daniel Cartagena sigue siendo noticia ya que no aparece por ningún lado y en el Ayuntamiento de La Paz, donde trabaja en la oficina de Planificación, no quieren dar detalles de su paradero. Solamente se limitan a decir que se encuentra de vacaciones forzosas por ordenes del alcalde, Luis Revilla, para evitar el acoso de los medios.

Los familiares del jugador han hecho conocer su preocupación en algunos medios de comunicación, ya que éste no ha ido a trabajar, su móvil se encuentra apagado y tampoco se lo puede ubicar en La Paz. Temen que sea aprehendido una vez que aparezca o si se atreve a hacer algún tipo de comentario. «Está escondido y tiene miedo de que se lo lleven preso», confesó uno de sus allegados a una cadena de noticias nacional.

Evo Morales negó haber ordenado la detención de Daniel Cartagena después del accidentado encuentro de fútbol. Sin embargo, un oficial de Radio Patrullas 110 intentó trasladar a Cartagena a una comisaría policial argumentando una agresión a la máxima autoridad del país. La actitud del uniformado desató la reacción del público que se agolpó para evitar el arresto. Al enterarse el alcalde Revilla alejó a Cartagena del lugar, para que no sufriese más problemas.

Más que un partido

El encuentro amistoso dejó entrever la gran rivalidad política que existe entre el Gobierno central y el Gobierno municipal, este último en manos del partido opositor y ex aliado de Morales, Movimiento Sin Miedo. La incompatibilidad de ambos partidos llegó hasta la cancha de fútbol con jugadas violentas e insultos por parte de jugadores de ambos equipos. «Yo pasé el balón y de repente recibí una patada, pero esta no es la primera vez que pasa», contó horas después Morales, que estuvo cuatro días de baja médica por causa de la lesión provocada por Cartagena a minutos de iniciado el partido.

Ya es una costumbre que «el jefazo» organice encuentros deportivos como local o visitante y ande prácticamente con la pelota bajo el brazo. Su equipo lo conforman sus guardaespaldas y ex figuras nacionales que hacen imbatible al equipo presidencial. Pero ni eso le ha salvado de sufrir lesiones e insultos. Hace cuatro años tuvo que ser intervenido de emergencia por una fractura de nariz.

Pero esta vez el incidente ha sido mundial y al presidente Morales no le ha quedado otra salida que dar una conferencia de prensa en el Palacio de Gobierno para explicar el incidente. En vez de calmar los ánimos, echó más leña al fuego acusando al equipo del alcalde Luis Revilla de haberle tendido una emboscada durante el encuentro. «Acá hay una trampa, el planchazo vino cuando disputábamos sin balón, esto me sorprendió porque hasta me quedó el sello de los toperoles del cacho. Después de un rato hubo un incidente y le reclamé al árbitro y al jugador que esto no debe permitirse, pues es fútbol, y no se trata de agredirnos, pero el jugador que me dio un planchazo, empezó a ofenderme e insultarme, o sea, después del planchazo otro insulto más. Lamento mucho, porque fue un error la reacción, caí en la trampa», relató el mandatario en conferencia de Prensa en el Palacio de Gobierno y que fue recogido por la cadena Erbol.

Rodillazo político diario

Evo Morales aclaró que posteriormente se dio cuenta de que se trataba de una supuesta trampa, ya que lo provocaron con insultos, previendo su reacción violenta; aunque no especificó a qué índole correspondían. La acción del mandatario ha sido el centro de todas las miradas, especialmente de la de sus opositores que califican su actitud como un «abuso de poder» y «totalitaria». «La manera abusiva y prepotente que se vio en la cancha es la actitud agresiva y totalitaria que tiene el presidente con el pueblo boliviano. Fue una actitud innoble, indigna. Es la actitud cobarde y revanchista de quien abusa del poder», ha declarado la diputada de Convergencia Nacional, Adriana Gil, quien aclara que el «rodillazo» lo viven día a día en el Parlamento, donde la mayoría aplastante del partido de Morales «hace lo que quiere».

El ex diputado y candidato a asambleísta en las pasadas elecciones por una agrupación ciudadana, Walter Arrazola, considera que el actual «Gobierno se ha convertido en un régimen. El desliz que sufrió el presidente en un partido de fútbol, entre un ex aliado a su proyecto y hoy un rival político, es la exteriorización de la prepotencia y el abuso de autoridad que conlleva la toma total del poder en Bolivia; y con ello la pérdida de la democracia en este país».

Todo comenzó a los pocos minutos del encuentro, cuando Daniel Cartagena, del equipo de la Alcaldía, fue a marcar al presidente y le dio un puntapié en la canilla. Cartagena «no tuvo mala intención –dijo él– , son cosas que suceden en cualquier partido». Sin embargo, Morales dejó entrever su molestia, reclamó al árbitro para que cobrara la falta, que al final no lo hizo.

Minutos más tarde, el presidente cobró revancha y agredió a Daniel Cartagena con un rodillazo en los genitales. En ese instante los jugadores de ambos equipos se alteraron, hubo empujones y un jugador del equipo presidencial intentó agredir a Cartagena, por lo que tuvo que intervenir el alcalde Revilla para calmar los ánimos, incluso algunos efectivos de la Policía entraron en el campo de juego para poner orden. Y desde entonces, Cartagena no ha aparecido.


Los periodistas, perseguidos
No sólo Daniel Cartagena se siente perseguido por el Gobierno de Evo Morales. También los periodistas sienten que están demasiado vigilados y que desde fuera de Bolivia es más fácil informar que desde dentro. Una ley mordaza y la posibilidad del cierre de medios de comunicación han dado el puntapié a los periodistas para que salgan a la calle a reclamar sus derechos.El periódico de mayor circulación nacional, «El Deber», en su publicación de este jueves suprimió la primera página con el texto: «No hay democracia sin libertad de expresión». La semana se ha caracterizado por las manifestaciones de los periodistas que han unido fuerzas para exigir la modificación de la Ley contra el Racismo y Discriminación, cuyo artículo 16 y 23 atentan contra la libertad de expresión y promueven el cierre de los medios de comunicación que incurran en conductas racistas y discriminatorias. Los periodistas sienten que tienen que aprovechar este último incidente de Evo Morales para hacerse oír.