Bruselas

Las migajas de la UE

La Comisión Europea ha ofrecido un sobre de migajas para paliar las pérdidas derivadas de la mal denominada «crisis del pepino», ya que no sólo afecta a este producto sino a otras frutas y hortalizas de la UE y de España muy en particular

La Razón
La RazónLa Razón

El sector español no sólo ha sido objeto de descrédito a ojos del consumidor europeo –al que contribuyó la misma Comisión tras secundar en su página web las irresponsables declaraciones de la consejera de Sanidad de Hamburgo– sino que además recibe una limosna para paliar las pérdidas ocasionadas por la pérdida de confianza del ciudadano europeo. La Comisión parece ignorar las consecuencias que ya está teniendo la crisis, y que se extienden no sólo a tomates, pepinos y lechugas, sino también a otras hortalizas, e incluso a algunas frutas, como los frutos de hueso. Bruselas está actuando como si se viera forzada a hacer un gesto a favor del sector sin resolver en la práctica el problema de fondo, que es la imagen dañada del sector.

De hecho no ha propuesto ningún incremento de las ayudas destinadas a la promoción de frutas y hortalizas en la Unión Europea, a pesar de que una buena campaña de comunicación podría ahorrarle fondos al presupuesto comunitario. Sólo en la parte agrícola del presupuesto de 2011 hay un margen de más de 1.000 millones de euros – sin contar con la partida sin gastar del presupuesto de 2010–, que, de no ser gastados, volverán a los presupuestos nacionales el próximo año. Alemania es precisamente el primer perceptor de los fondos no gastados al ser el primer contribuyente al presupuesto comunitario. Es un momento propicio para instar al Gobierno alemán a manifestar una total solidaridad hacia este sector.

*Eurodiputada del PP y miembro de la Comisión de Agricultura del PE