Barcelona

Los barcelones no quieren calles con meretrices

La Razón
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BARCELONA- El 77,9 por ciento de los barceloneses está a favor de prohibir la prostitución en el espacio público y el 74,4 por ciento cree que hay que imponer sanciones directas por la práctica de relaciones sexuales en la calle, según el barómetro de Barcelona.
La prostitución en el espacio público y el verano en Barcelona han sido las dos cuestiones sobre las que se ha preguntado a los barceloneses en la encuesta para elaborar este barómetro, que ayer presentó el primer teniente de alcalde del Ayuntamiento. Joaquim Forn valoró positivamente que en la encuesta haya «una manifestación tan contundente de que hay que prohibir la prostitución» en la calle y destacó que avala la modificación de la ordenanza de civismo. El barómetro constata que el paro se mantiene como el problema más grave de la ciudad para el 29,1 por ciento de los ciudadanos y también es la principal preocupación personal para el 30,1 por ciento de los vecinos, seguida de los problemas económicos (15,9 por ciento) y los recortes (6,6 por ciento).
El equipo de gobierno de CiU en el Ayuntamiento que encabeza el alcalde Xavier Trias, volvería a ganar unas elecciones municipales si se celebrasen ahora, obteniendo un 19,3 por ciento de los votos, 4,3 puntos más que los que recibió en las de mayo de 2011, mientras que el PSC continuaría perdiendo peso y pasaría del 11,5 al 8,7 por ciento, según reflejan los datos de intención de voto en el barómetro. Por detrás se situaría ICV-EUiA, que subiría dos puntos y medio y alcanzaría el 7,9 por ciento de votos, y UpB también sumaría casi tres puntos, situándose en el 5,7 por ciento, mientras que el PP se lleva el peor resultado: del 9 por ciento de votos conseguidos en 2011, ahora se quedaría sólo con el 1,9 por ciento.
La portavoz del PP en el Ayuntamiento, Ángeles Esteller, cuestionó el método utilizado para elaborar el barómetro y señaló que «una vez más el voto oculto hace desaparecer casi el 80 por ciento de los votantes del Partido Popular, situándolo como última fuerza política, cuando se consolidó como tercera fuerza en la ciudad después de las elecciones municipales de mayo de 2011».