España

«Macbeth» el reflejo del mal

DÓNDE: Teatros del Canal. Madrid. CUÁNDO: del 30 de noviembre al 18 de diciembre.CUÁNTO: desde 10 euros.

José Tomé encarna a Macbeth en la producción de Ur Teatro. En la imagen, un ensayo de la obra
José Tomé encarna a Macbeth en la producción de Ur Teatro. En la imagen, un ensayo de la obralarazon

«El rostro falso ha de esconder lo que el corazón falso sabe». En ningún momento de su escalada al trono, augurada por el célebre encuentro con las brujas, existe en el sangriento general escocés conciencia de bondad o justicia en sus actos, y en las anteriores palabras de Macbeth puede así intuirse. Muy al contrario, sabe que obra mal, pero actúa espoleado por una ambición sin límites y presionado por una esposa que aspira a todo cueste lo que cueste. Pero ¿es Macbeth un malvado en su fuero más profundo? Intrigada por ese cruce de caminos en el que la luz no tiñe de blanco ni de negro exclusivamente a quienes lo habitan, Helena Pimenta, una de las directoras –y de los directores– que más veces han llevado a escena a Shakespeare en España, se enfrenta por fin a un texto que aún no tenía en su colección, formada por títulos como «Sueño de una noche de verano», «Coriolano», «Romeo y Julieta», «La tempestad», «Trabajos de amor perdidos» y «2 caballeros de Verona». Aun así, Shakespeare no llega a cansar. «Me ha sorprendido el músculo del texto, la fuerza que tiene. Arranca con la misma intensidad con la que termina», cuenta a LA RAZÓN Pimenta sobre este montaje tras meses de gira.

«Videomapping»
Su «Macbeth», una producción de Ur Teatro que estrenó en Almagro en verano y que llega a los Teatros del Canal tras girar por España, está ambientada en una Escocia anacrónica que parece sacada de la Europa de entreguerras –chaquetones militares, búnqueres y cascos de estética germánica– y se apoya más que nunca en el elemento audiovisual gracias a una técnica de proyecciones llamada «videomapping». Además, habrá música en escena gracias al Coro de Voces Graves, de Madrid que interpreta fragmentos del «Macbeth» de Verdi. «Esta mezcla de lenguajes favorece a la historia –explica Pimenta a LA RAZÓN–. Influye sobre todo la estética más reciente, pero un poco atemporal, porque la gente reconoce algunos datos. Pero más aún lo hace la interpretación de la palabra shakespeariana sumada al mundo del vídeo y el de la música: dan una combinación especialmente poética».

Pero quizá la gran diferencia respecto a otros montajes sea su aproximación a los motivos y el carácter del personaje principal: «Me ha sorprendido el tema de la mirada sobre el mal de Shakespeare, el presentarnos la parte del mal del hombre como algo más familiar a veces no somos capaces de enfrentanos a eso». Y asegura Pimenta: «Nuestro personaje está en un sentimiento de justificación constante de las acciones nefastas que toma».

Cuenta del protagonista, José Tomé, que es además autor de la escenografía, que es «muy poco tópico: es un Macbeth heroico, incluso tímido al principio. En esa dificultad para reconocer que a lo mejor tiene que tomar un camino oscuro el espectador va viendo la clave de un personaje que ve que se va a equivocar. Y hasta muy adelante no acepta que lo ha hecho».Y añade: «El público se lo cree y le llega a compadecer. Ya en el quinto acto muestra que es un tirano, un caprichoso, que ha llegado el otoño de su vida y sabe lo que le espera. Lo que ha hecho Tomé es muy humano».

Lady Macbeth, por su parte, «ha elegido un camino muy bonito:siempre dijo que es una mujer enamorada, y se la ve rabiosa, muy dura, diciendo verdaderas barbaridades», cuenta la directora del papel que interpreta en esta producción. «Se nota que lo hace porque le quiere: es su obligación como esposa, y esta humanización también te sorprende. No es una mala tópica». Será curioso ver en Madrid a la vez otra aproximación a este personaje, la que hizo Shostakovich en «Lady Macbth de Mentsk», ópera que levanta el telón en el Teatro Real el próximo 3 de diciembre. José Tomé conoce bien a Pimenta: no en vano, además de trabajar juntos desde hace años, son pareja. Por eso hay confianza cuando responde sobre las referencias o apoyos que ha buscado para su Macbeth que «con Shakespeare y con Helena, el primer apoyo son las costillas, porque hay que encontrar el aire. Desde ahí, el texto, intentando entenderlo donde Helena quería plantear la dramaturgia: la idea del mal no como algo abstracto, sino como algo que había que transitar».

Hay mitos en torno al personaje, lugares comunes, dice el actor: «Cuando hablamos de Macbeth, hablamos del mal; eso está casi en nuestro subconsciente». Ellos han tratado de ver la evolución del personaje: «En sus monólogos, Macbeth es capaz de sacar consecuencias morales sobre lo que ha hecho y aún así sigue hacia adelante».

Con un protagonista tan archirepresentado y célebre en cine y televisión, dice Tomé que «si te planteas que todo está ya hecho, te quedas en casa». Y asegura: «Las referencias que hay, y de gente mejor que yo, son muchas. El intento no era sólo contar a Macbeth, sino la historia. Ahí, el trabajo que hacemos es en equipo, hemos hecho una labor apasionante de análisis de texto».

 

Proyectos para la CNTC
En septiembre, Helena Pimenta asumió la dirección de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, «una institución admirable, siento pasión por lo que estoy haciendo y estoy muy honrada por tener esta oportunidad». Después de casi tres meses, tiene ya perfiladas algunas ideas y novedades, que presentará en breve, aunque de momento se resiste a dar pistas. La programación de esta temporada estaba cerrada ya, pero cuenta que su primera producción, que estrenará en Almagro, «marcará el tipo de línea que pienso seguir». Y advierte: «Estoy muy loca, porque me he lanzado en plancha».