Tampa

Romney busca oficializar su candidatura en las primarias de Nebraska y Oregon

El aspirante a la candidatura republicana para las presidenciales de noviembre en EE.UU., Mitt Romney, espera seguir sumando delegados en las primarias de Nebraska y Oregón hoy para convertirse en el candidato oficial.

Romney necesita 1.144 delegados para obtener la candidatura presidencial en la convención que el Partido Republicano celebrará en Tampa (Florida) a finales de agosto.

Se espera que Romney gane suficientes delegados para lograr la nominación a finales de este mes.

Las primarias de este martes serán prácticamente un trámite, después de que el único aspirante que todavía quedaba en la contienda, el congresista Ron Paul, anunciara el lunes que no seguiría haciendo "campaña activa".

En las últimas semanas ya se habían retirado el expresidente de la Cámara de Representantes Newt Gingrich y el exsenador por Pensilvania Rick Santorum, quien ha dado su apoyo a Romney.

Paul no puede seguir haciendo campaña porque "necesitaría decenas de millones de dólares que simplemente no tenemos", explicó en un comunicado, pero indicó que no se retira porque espera seguir sumando delegados para que sus ideas libertarias se oigan en la Convención Nacional Republicana.

No obstante, su competencia es ya simbólica, puesto que Paul tiene 99 delegados frente a los 945 de Romney, que se perfila como el rival del presidente Barack Obama, que busca la reelección para un segundo mandato.

El virtual candidato aventajó a Obama en una encuesta de CBS/New York Times publicada el lunes en la que Romeny aventajó con un 46 % del apoyo al mandatario estadounidense que obtuvo el 43 % de los votos.

La encuesta, con un margen de error de más menos cuatro puntos porcentuales, se realizó entre votantes registrados entre el 11 y el 13 de mayo, después de que el presidente anunciara públicamente su apoyo a los matrimonios homosexuales.

Romney, por su parte, defendió este fin de semana que el matrimonio "es una relación entre un hombre y una mujer", en el discurso de graduación que pronunció en la Universidad Liberty (Virginia),el mayor centro educativo cristiano del país.