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El motor da otra dimensión a las mejores aventuras

El aventurismo se abre cada día a diferentes metas. Surgen de la mente de los aventureros nuevos retos a los que el motor da una nueva dimensión. Proyectos en los que se une el esfuerzo personal con los conocimientos mecánicos y la habilidad de conducción, sean coches o motos, para conseguir logros hasta ahora inaccesibles.

Alicia Sornosa y su BMW F 650GS se preparan practicando motocross
Alicia Sornosa y su BMW F 650GS se preparan practicando motocrosslarazon

Dos de los proyectos más interesantes protagonizados por españoles se ponen en marcha este mismo verano. Uno en coches y otro en motos. El primero es el Mongol Rally, que une Madrid con Ulan Bator y que se inicia el próximo viernes. Un proyecto solidario en el que el coste de la inscripción, mil libras, se entrega a obras benéficas en Mongolia. Sólo tres condiciones impone esta peculiar prueba: los mapas y una brújula serán el único sistema de navegación permitido, se utilizarán coches de poca cilindrada que se subastarán a la llegada con fines benéficos, y el itinerario es libre. Cada uno puede elegir la ruta que estime más adecuada, aunque cualquier de ellas será extremadamente dura. Sólo se exige llegar a la meta en Ulan Bator.
Sobre dos ruedas, en septiembre, la periodista y piloto Alicia Sornosa aborda otra aventura no menos apasionante: ser la primera española en dar la vuelta al mundo en moto, sobre una BMW F650GS, siguiendo una ruta sugerente, la de los exploradores españoles olvidados. Egipto, Sudán Etiopía, Yibuti, India, Nepal, China Vietnam, Filipinas, Australia y Estados Unidos son algunas de las etapas previstas antes de regresar a Madrid.
Alicia se prepara intensamente tanto en circuitos de motocross como navegando en moto de agua. Porque el conocimiento de la mecánica y la fortaleza mental serán imprescindibles en sus largas travesías en solitario.

Marcas que mueren
El panorama automovilístico mundial cambia rápidamente. Y como en la vida, unos se van y otros quedan. Todos recordamos marcas importantes que han dejado de existir y, sin duda, asistiremos al nacimiento de nuevos fabricantes, aún desconocidos en Europa, pero que, en China, están adquiriendo dimensiones interesantes. Hace unos lustros, sólo unos pocos conocían Hyundai, Kia, Tata o SsangYong. Sus productos hoy son habituales en nuestras calles.
De igual manera hemos visto cómo otras marcas gloriosas han dejado de existir. Studebaker, Duesenberg, Packard o Desoto son cadáveres americanos. En Europa ya no están desde los apreciados Bugatti, Talbot, Lagonda o Alpine a otros más generalistas como Simca, Rover, Austin, Sumbeam... No hay sitio en el mercado para los fabricates de dimensiones medias.
En esta línea, nos preocupa el futuro de Lancia que, tras una trayectoria gloriosa en las carreras, con los Aurelia, Fulvia, Delta... no sabe encontrar su sitio ni en el mercado ni en el seno del grupo Fiat. Vincenzo Lancia creó una de las firmas más gloriosas de la automoción italiana, pero sus actuales directivos, que desprecian la historia, parecen empeñados en condenarla a una muerte tan lenta como segura.