Crisis del PSOE

El ala catalanista del PSC insta a la escisión

Navarro trata de minimizar las diferencias con el sector pro autodeterminación del partido. Ernest Maragall intenta materializar la división de los socialistas

El ala catalanista del PSC insta a la escisión
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BARCELONA – La carrera electoral de Pere Navarro promete ser un verdadero «via crucis». No sólo tiene que desayunar a menudo con sondeos electorales que auguran una nueva caída del PSC en las elecciones del 25 de noviembre, sino que también tiene que hacer frente a los embates del ala catalanista del partido, empeñada en imponer su rumbo a la dirección del partido. Nadie lo expresó mejor que Teresa Cunillera, diputada socialista y secretaria de la Mesa del Congreso: «Felicidades a los compañeros que hacen felices a los adversarios del PSC desestabilizando nuestro proyecto, pero que callan en los debates del partido».

Cunillera se refirió así al reciente manifesto firmado por 145 militantes socialistas del ala catalanista que abogan por garantizar el derecho a la autodeterminación de los catalanes. Navarro trató de minimizar este documento, que redujo a una «aportación más para el programa electoral que estamos elaborando» y que, en todo caso, dijo, no entra en contradicción con su discurso.
El primer secretario del PSC afronta en paralelo la complicada revolución de las listas electorales, que está evidenciando un abandono masivo de destacados dirigentes del partido como Joaquim Nadal, Montserrat Tura, Joan Ferran Caterina Mieras, Joaquim Llena y Ernest Maragall. Este último no sólo da un paso atrás, sino que está haciendo esfuerzos desde hace tiempo para dar lugar a una escisión del PSC. «Tenemos que conseguir una alternativa progresista, una fuerza capaz de ser la otra cara de la moneda del país», afirmó Maragall en declaraciones a Rac1.

Las tensiones que está viviendo el PSC acabarán con una auténtica limpieza en las listas electorales, ya que al menos una tercera parte de los diputados de esta legislatura no repetirán la que viene. De esta manera, Navarro pretende dar paso a algunos alcaldes de municipios socialistas y retirar a los dirigentes más veteranos –y más críticos– para homogeneizar y renovar el partido.