Londres

Atletismo / Marta controla

La palentina, cuyo estado de forma es una incógnita, se mete en la final de 3.000 obstáculos con la calculadora

La fondista dio un acelerón al final que indicaba que le quedaban fuerzas
La fondista dio un acelerón al final que indicaba que le quedaban fuerzaslarazon

LONDRES- Pasó por la zona mixta sin hablar con nadie, como ha sucedido desde la «operación Galgo», pero con el deber cumplido. Marta Domínguez y su inseparable cinta rosa han sido la única nota positiva para la delegación española tras dos jornadas de atletismo. Los «no sé qué ha pasado» o «no he tenido mi día» o «no pongo excusas» se han multiplicado como explicación a los malos resultados de los atletas nacionales, que comparecen cabizbajos después de correr o lanzar. No se sabe las sensaciones que tuvo Marta, pero en la pista al menos se la vio calculadora, midiendo cada esfuerzo para no gastar más de lo necesario. En el pasado Campeonato de Europa de Helsinki no pudo completar las series clasificatorias. El bíceps femoral izquierdo, del que llegaba tocada, empeoró e incluso hizo peligrar su presencia en Londres. Un nuevo capítulo en su maldición personal que la fondista rubia tiene con los Juegos Olímpicos, en los que siempre le ha ocurrido algo: una gripe, una lesión, un tropezón... Es la única falta que hay en el mejor currículum en la historia del atletismo español y ésta es su última oportunidad.
 Poco se sabe de cómo fue la recuperación de la palentina, y ayer la carrera tampoco dio pistas de si está para luchar por las medallas. Sí se la vio, al menos, con el control de la situación, aunque con algún problema técnico al pasar las vallas: tenía que dar muchos pasitos para superar el obstáculo y eso va restando segundos.
Marta se colocó primera en el grupo de cabeza, que contaba con cinco atletas, y al toque de la campana se quedó un poco retrasada mientras se marchaban la etíope Assefa, la turca Ghribi y la estadounidense Coburn. Ella se quedó vigilando a la portuguesa Cruz, que tropezó casi al principio de carrera y supo rehacerse. Marta miraba hacia atrás, pero por ahí no había peligro. Cruz era su único «obstáculo», pues pasaban las cuatro primeras, y después de superar la última valla dio un acelerón para dejar atrás a la lusa y asegurarse la clasificación por puestos. Ese impulso final indica que le quedaba algo dentro, puede que mucho. El tiempo de hoy no cuenta y mañana en la final se parte de cero.
Marta fue la única que iluminó el atletismo español, invisible de momento en la capital británica. Comenzaron y terminaron su participación Ángel David Rodríguez (100 metros) y Diana Martín (3.000 obstáculos), aunque ésta mejoró su marca personal en tres segundos. No se avecinan buenos tiempos en este deporte en España, salvo que las mujeres, que están manteniendo el tipo en Londres en general, digan algo. Marta Domínguez será la primera en hablar... En la pista.


Marcha: López acaba quinto
Acostumbrados a conseguir siempre alguna medalla en marcha, modalidad en la que España siempre ha sido puntera, el quinto puesto logrado ayer por Miguel Ángel López en los 20 kilómetros sabe quizá a poco, aunque el atleta murciano logró su mejor registro personal (1h:19:49) y tuvo una gran actuación. La victoria fue para el chino Ding Chen, que batió el récord olímpico con un tiempo de 1h18:46. La carrera sirvió para que Guatemala obtuviera la primera medalla olímpica en su historia. La plata lograda por Erick Barrondo, un marchador de 21 años, hijo de atletas, se convierte en una gesta para el pequeño país americano. Barrondo entró a once segundos de Ding Chen, por delante de Zhen Wang, bronce.