Malo para «Mou» peor para Tito

BARCELONA- El Barça de Vilanova camina con paso firme en la Liga, donde los resultados esconden las carencias de un proyecto que aún está en construcción. El equipo azulgrana suma hasta siete puntos más que la temporada pasada, pero también ha encajado diez goles más que entonces, por ejemplo. El nuevo técnico necesita más tiempo para acoplar sus piezas y consolidar sus ideas, así que una semana libre de compromisos como la que comenzó ayer resultaba idónea para trabajar con la plantilla sin la inmediatez de la competición. Pero el «virus FIFA», el eterno azote de los clubes, se lo impedirá una vez más tras otra masiva convocatoria de jugadores por parte de los seleccionadores de todo el mundo.

Vilanova apenas dispondrá de una sesión para preparar el partido del sábado ante el Zaragoza. Pierde hasta 13 jugadores, sin contar a Tello, que tiene ficha del filial, y a Song, baja de última hora con Camerún, hasta la sesión del jueves por la tarde, si es que ninguno llega tarde debido a los largos viajes como sucedió tras el último parón. De todos modos, ese entrenamiento será de recuperación y hasta el viernes no podrá trabajar pensando en el choque del sábado. Una situación lejos de ser la idónea para cualquier entrenador.
El Barça mantiene los ocho puntos de ventaja sobre el Madrid en la clasificación tras la última jornada, pero sigue sin dar muestras de solidez en su juego como para confiar en su rendimiento a medio y largo plazo. La ausencia de sus jugadores esta semana no hace sino aumentar las dudas, más aún teniendo en cuenta que su máximo rival «sólo» perderá a ocho jugadores, entre los que están Nacho y Varane, cuya presencia en el equipo es marginal. Las lesiones que últimamente asolan al equipo blanco tendrán su contrapartida esta semana en Valdebebas, con la masiva presencia de jugadores del primer equipo a pesar de los compromisos internacionales.

Sin olvidar a otros equipos como el Atlético de Madrid, que pierde hasta a once jugadores esta semana, la principal diferencia entre los dos «grandes» reside en la convocatoria de Vicente del Bosque, con ocho azulgrana y apenas tres madridistas, para jugar en Panamá, un viaje demasiado largo y cansado como para que no lo acusen los jugadores.
No se ha quejado Mourinho esta vez, cosa rara, ni Vilanova, siempre sumiso ante lo que dictan las normas, pero el malestar en Madrid y Barça existe desde hace mucho tiempo. Se han logrado algunos objetivos en los últimos tiempos gracias a la presión de los grandes clubes europeos, pero se sigue trabajando para mejorar.