Bruselas

Los belgas votan acuciados por la deuda y vigilados por los mercados

 Los ciudadanos belgas comenzaron hoy a acudir a los colegios electorales para votar en unas elecciones generales anticipadas, centradas en la crisis de Estado que vive el país por las disputas entre las comunidades flamenca y francófona. 

Una vaca pasa junto a un montaje electoral
Una vaca pasa junto a un montaje electorallarazon

Los belgas acuden hoy a las urnas en los que son, seguramente, los comicios más importantes de su historia reciente. En juego está la elección del Gobierno que liderará el país durante la Presidencia belga de la UE, que recibirá de España el 1 de julio. Pero, sobre todo, será el Ejecutivo encargado de sacar al país de la recesión, ahora que los mercados empiezan a mirar con lupa la descomunal deuda (el 100% del PIB), y lidiar con la sexta reforma del Estado para solucionar la sima lingüística que separa a flamencos y valones.Desde mediados del siglo pasado, el país camina hacia un federalismo que amenaza con rasgar el territorio. El Gobierno de coalición que lideraba Leterme cayó en abril tras agotarse la paciencia de los flamencos (un 60% de la población), que dieron por muerta la negociación con los valones sobre la excepcionalidad de la región de Bruselas. Con el objetivo de la secesión, el partido Nueva Alianza Flamenca lidera los sondeos con el 25% de los votos en la región norte del país.El comienzo de la jornada transcurrió sin problemas, más allá de la detección de 50 máquinas de voto automatizado inhabilitadas en todo el país cuando quedaba sólo un cuarto de hora para que empezara la votación, aunque el incidente no ha obligado a cerrar esas oficinas, según explica el blog del Ministerio de Interior.Más de siete millones de electores están convocados a las urnas para elegir a 150 diputados y 40 senadores de elección directa.Las 15.391 oficinas electorales abrieron a las 08.00 hora local (06.00 GMT), y cerrarán entre las 13.00 y las 15.00 (11.00 y 13.00 GMT) en función de si cuentan con equipamiento para permitir el voto electrónico (el 40% de ellas) o manual.En la región de Bruselas y los cantones de habla alemana, todos los electores votan de manera electrónica, mientras que en la región de Flandes lo hace el 49% del electorado y en la francófona Valonia el 20%.El voto es obligatorio en Bélgica, por lo que el elector que incumple su deber sin justificación es castigado con una multa económica mínima de unos 50 euros.Eso no impidió que, en 2007, cerca de 700.000 personas no fueran a votar y 360.000 votaran blanco o nulo, lo que en total supera el millón de votantes.La caída del gobierno de coalición presidido por el democristiano flamenco Yves Leterme, a causa del eterno conflicto lingüístico entre neerlandófonos y francófonos, forzó el adelantamiento de los comicios en un momento económico crítico para el país y a pocas semanas de que Bélgica asuma la presidencia rotatoria de la Unión Europea.Todas las miradas están puestas en el resultado que obtengan los separatistas de la Nueva Alianza Flamenca (N-VA), que defiende la independencia de Flandes, la próspera mitad norte del país de habla neerlandesa, y que según los sondeos saldría victorioso.Durante la campaña, la N-VA ha ido cobrando fuerza y los sondeos les dan por ganadores en Flandes, donde tradicionalmente se decide el color del primer ministro al contar con mayor población que la francófona Valonia.Sin embargo, la subida de los separatistas también podría contribuir a fragmentar el voto en la más populosa Flandes, permitiendo el nombramiento de un primer ministro francófono en más de treinta años, cargo que según los sondeos recaería en el socialista Elio Di Rupo.Pero, más allá del resultado que arrojen las urnas, las dificultades comenzarán el lunes, cuando las fuerzas inicien los contactos para formar Gobierno, un proceso que llevó nueve meses al primer ministro saliente, el democristiano flamenco (CD&V) Yves Leterme, tras los comicios de junio de 2007.