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Navidad estepeña

La Razón
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Hay días que te levantas y te has olvidados de las Martínez Bordiú, Preysler, Nati, Kiko Rivera... porque tus personajes son gente prácticamente anónima pero indispensables en España. Desde que empecé hace cinco años a colaborar con Carlos Herrera damos por inaugurada la temporada de Navidad el día que hacemos el programa en la fábrica de La Estepeña. Empresa ejemplar y en los momentos que corren mucho más. Incluso este año han podido mantener a todo su personal, más de 200 personas, la mayoría mujeres. Para lograr esto, han luchado para mantener la producción, a pesar de la menor demanda y de la competencia de productos de más baja calidad que copan las estanterías de muchos híper. No han dado un paso atrás, no han bajado su calidad, al contrario, están sacando al mercado gamas más altas. Ganar la partida por arriba, sin descuidar los productos más populares. Esta antigua empresa tiene su historia, que, como todas, puede adornarse, pero lo cierto es que al bisabuelo de los actuales propietarios, que trabajaba como maestro pastelero en un obrador de Estepa, le fue encargado por la casa de Don Alfonso XII unos dulces variados para Navidad. Ahí nació «la caja real». Desapareció este artículo, pero afortunadamente La Estepeña lo ha vuelto a sacar al mercado y con el mismo nombre que encargó el Rey de España. Como el bisnieto de Don Alfonso XII, nuestro actual monarca ha democratizado España. La citada caja hoy la pueden disfrutar todos los españoles. Por cierto, la caja metálica estampada recuerda viejos tiempos y, como le aconsejaba a una amiga, una vez consumido los dulces te puede servir para guardar cualquier cosa de las que a las mujeres os gusta tanto conservar. Empresas como ésta, que mantienen 100 o 200 personas trabajando, son a las que hay que ayudar porque son un seguro contra el paro.