Les Corts

Un alcalde campechano que tropezó con la crisis

Jordi Hereu, alcalde campechano, afable y locuaz de Barcelona durante cinco años (2006-2011), empezó quizás a escribir su final como político en el desaguisado de la consulta de la Diagonal en mayo de 2010, aunque ya venía tocado por la crisis, 30 años de gobierno socialista y por gobernar en minoría.

Aunque capeó con éxito las primarias a las que le sometió el año pasado su partido contra la exconsellera Montserrat Tura, Hereu obtuvo en las pasadas municipales el peor resultado del PSC en Barcelona y pasó a la oposición, para regocijo de quienes desde la calle Nicaragüa habían denostado su presencia e intentado relevarlo como candidato a la reelección.

Joven, tiene 46 años, pero con mucha experiencia municipal, a Hereu todo el mundo le reconoce su afabilidad, su campechanía, un punto alejada de las protocolarias formas de los políticos más tradicionales y sobre todo una ideología que le sitúa en el espectro más izquierdista del PSC, pese a que en su última etapa como alcalde tuvo que acercarse más a los postulados de CiU por su debilidad en número de concejales.

Hereu gana en distancias cortas y, en una sociedad donde manda la imagen, fue siempre criticado por su aspecto, que, según algunos entendidos, no favorecía su telegenia y su empatía con las cámaras.

El que fue cuarto alcalde de Barcelona en la Democracia, nació en Barcelona el 14 de junio de 1965 y es licenciado en Administración y Dirección de Empresas. Tiene un máster MBA (Master Business Administration) de Esade, está casado y tiene dos hijos.

Es frecuente verle cada fin de semana animando a sus hijos en las canchas deportivas de escuelas de la ciudad como un padre más.

Comenzó su vida profesional en el Puerto de Barcelona e inició su carrera política en el Ayuntamiento de Barcelona en 1997 como gerente del distrito de Les Corts, donde inició un largo periplo por diferentes cargos de responsabilidad municipal.

Miembro del Instituto Municipal del Paisaje Urbano, de la empresa pública Barcelona Serveis Municipals, concejal de Las Corts (1999-2003) y concejal de Seguridad y Movilidad y regidor de Sant Andreu (julio 2003-abril 2006), son algunos de los cargos que ejerció antes de ser alcalde.

Como concejal de Movilidad fue el promotor del área verde, que supuso extender a numerosos barrios el pago por aparcamiento, limitado hasta entonces al centro de la ciudad en la tradicional área azul.

El 8 de septiembre de 2006 fue nombrado alcalde de Barcelona, en sustitución de Joan Clos, que abandonó la alcaldía cuando fue nombrado ministro de Industria, Turismo y Comercio.

Hereu recibió el apoyo de su grupo y de los concejales de ERC e ICV, sus socios en el gobierno municipal, y ganó las elecciones de mayo de 2007, aunque sólo pudo contar con los votos de su partido y de su aliado ICV-EUiA.

Cuatro años de gobierno en minoría, con un Xavier Trias crecido y una oposición dura de CiU y PP, Hereu pagaba cada día el desgaste de una alcaldía en la que se le veía disfrutar porque, eso nadie lo niega, es un enamorado de su ciudad, de la que ha presumido allá adonde ha ido.

También es un gran conocedor de cada detalle de la capital catalana, sabe recorrerla mejor que el más veterano de los taxistas y conoce personalmente a casi todos los miembros del tejido asociativo de la ciudad.

Hereu sufrió en silencio el desamparo de la jerarquía del PSC de la calle Nicaragüa, que prefería poner a otra persona en su lugar viendo las encuestas que le auguraban un fracaso en las elecciones de 2011, pero él se mostró firme y afrontó, con el apoyo de la federación barcelonesa, el reto de enfrentarse a la carismática Montserrat Tura en unas primarias que le supusieron un duro desgaste personal.

Quizás en esta pugna interna Hereu comprobó que la política es un ejercicio duro, que contaba con menos apoyos en la dirección del PSC de los que creía, y vislumbró que durante su etapa en la oposición aparecerían nuevos aspirantes a sucederle como candidato.

Tras tantas guerras, el hombre campechano, afable, sonriente y locuaz, ha tirado hoy la toalla de la primera línea política, ya que ha decidido abandonar el Ayuntamiento y no volver a presentarse.