Cataluña

Hollande a la France por José María Fuster-Fabra

La Razón
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Me cae bien Nicolas Sarkozy y de haber sido francés sin duda habría contado con mi voto. Sin embargo, lo que ya no tengo tan claro es que me interesaba como español qué sucediese en estas elecciones celebradas el domingo.

Don Nicolas vivió un idilio casi permanente con la canciller alemana doña Angela Merkel y fruto del mismo llegaron mensajes de apretarse el cinturón casi hasta el ahogo. Supongo que era necesario. Supongo que nadie tira piedras contra sí mismo, pero la realidad es que al ciudadano ya no se le puede pedir más.

El año que viene aquí nos volverá el Impuesto de Sucesiones y nos subirán el IVA. Eso sí, todo será excepcional, todo será temporal y todo lo haremos por la crisis.

Claro que si el dinero no rueda y si el empresario no tiene crédito, cierra su empresa. Esto provoca que la gente se vaya al paro, hay quien paga desempleo, el profesional las pasa canutas para cobrar y el taxista apenas sobrevive. Ya pueden subir todos los impuestos que quieran que al final acabarán interrogando a un cadáver, eso si no va encontrarnos con una revuelta organizada en internet al estilo de los que han tenido lugar en los países árabes.

Quiero ser optimista y pensar que Hollande aportará algo nuevo, diferente a la afición socialista a subir los impuestos, especialmente a la sufrida clase media. Tal vez el pique franco-alemán nos traiga al resto un poco más de aire que su cohabitación.

De momento a Hollande le tocará discutir con Merkel y Sarkozy se retira con Carla Bruni.
¿De verdad es más envidiable el futuro de Hollande?