«The Economist» ataca de nuevo: una «espiral de muerte» espera a España

Madrid- Son constantes los dardos envenenados que lanza la prensa anglosajona contra su diana preferida en los últimos tiempos: España. Si hace unos días el «New York Times» ilustraba la conyuntura económica de nuestro país con una foto de una persona buscando comida en un contenedor, ayer «The Economist» contraatacaba de nuevo. La prestigiosa revista británica advirtió en su último número de que España podría estar adentrándose en una «espiral de muerte» similar a la griega, con un déficit elevado, una tasa de paro que supera el 25% y constantes protestas en la calle.

La revista apunta en un artículo titulado «El misterioso Mariano» que muchos se preguntan si el presidente del Gobierno español tiene «algún plan para recuperar la confianza de los mercados y de los españoles». Cabe recordar la portada del 27 de julio de esta revista en la que aparecía «Spain» con la letra «S» cayendo para destacar la palabra «pain» (dolor) y un toro debajo del letrero.

«FINANCIAL TIMES»
El 2 de febrero de 2010 este diario económico alertó de que en España se gestaba un «drama más grande» que el de Grecia. Dos años después, este periódico recoge que «los mercados se mantienen lejos de estar convencidos de que España podrá evitar unirse a Grecia, Irlanda y Portugal».
Ya en el pasado mes de junio, la cabecera alemana del «Financial Times» tituló en un artículo: «La UE se prepara para una quiebra de España», y a día de hoy, nada de eso ha sucedido.

«WALL STREET JOURNAL»
El diario económico más influyente del mundo elaboró en octubre de 2010 un vídeo demoledor sobre España y se preguntaba: ¿Es un país muy grande para caer o muy grande para salvar? Ya en el texto frivolizaba con el paro juvenil y considera que los jóvenes se alejan de la realidad económica con las fiestas, como los Sanfermines. Hace unas semanas, el 12 de septiembre, titulaba en un artículo: «España no ganará su pulso contra el mercado y Rajoy no será capaz de resistir mucho tiempo», para tan sólo tres días después comparar los bonos de deuda de España con los de Zambia.