El Supremo ordena que se reabra en Valencia la investigación del «Gürtel»

MADRID/VALENCIA- El Tribunal Supremo revocó ayer el sobreseimiento acordado por el Tribunal Superior de Justicia de Valencia respecto al presidente de la Generalitat, Francisco Camps, y otros altos cargos de su Gobierno, por la presunta recepción de regalos procedentes de imputados en el «caso Gürtel». De esta forma, el magistrado José Flors continuará la tramitación de la causa y remitirá a la Sala del TSJ valenciano sus investigaciones para que ésta se pronuncie.De esa Sala no formarán parte ninguno de los tres magistrados que adoptaron la resolución ahora revocada: Juan Luis de la Rúa, presidente en funciones del alto tribunal valenciano, Juan Montero y Francisco Ceres. Así, el nuevo tribunal lo integrará Carlos Climent, miembro de la Sala Civil y Penal, y dos magistrados de otras salas a los que corresponda por un turno previamente establecido.El Supremo, al estimar parcialmente los recursos de la Fiscalía Anticorrupción y de los socialistas valencianos, rechaza la interpretación del TSJ respecto a que la supuesta recepción por Camps de dos trajes no constituía un delito de cohecho impropio. En el motivo estimado, la Fiscalía sostenía que el TSJ valenciano «yerra en la intrepretación dada al delito» citado, castigado con una multa y que no conlleva inhabilitación para cargo público.Apoyo y cariño de RajoyEl presidente de la Generalitat reunió ayer al Comité de Dirección Regional para decirles que contaba con el apoyo «y cariño» de Mariano Rajoy, y pedirles también el suyo, que le otorgaron por ovación. Camps dijo que era totalmente inocente, que la nueva instrucción del caso contaría con pruebas exculpatorias que anteriormente no fueron estimadas y también con declaraciones de otros testigos que no fueron llamados, y que tenía el convencimiento de que no se abriría el juicio.Camps dijo que «son falsas de toda falsedad las circunstancias que hicieron que se abriera el proceso que ahora el Supremo ha decidido reabrir». «Sigo igual de inocente que en la absolución del 3 de agosto y con la tranquilidad de espíritu de decirles que tengo lo mismo que tenía cuando llegué: el mismo piso y el mismo coche, mi patrimonio no ha aumentado, aunque eso no es un mérito, es lo normal en un político», aseveró, al tiempo que aseguraba sentirse como «Juan sin miedo».Quiso explicar también ante sus compañeros y después ante la prensa que «mi mujer es farmacéutica y tiene el 50 por ciento de una farmacia, cuyo local es alquilado, que lo compró con otra farmacia que tenía anteriormente y vendió y que tiene su coche y los préstamos para adquirir el 50 por ciento de la farmacia».Reiteró que «soy honrado y el presidente de una comunidad no se vende por tres trajes, ¡es absurdo!». Dijo que será el candidato de las próximas elecciones y que adelantarlas o no era una potestad suya a la que no renunciaba. Por último amenazó a los que habían hecho filtraciones y falsas denuncias: «Que se tienten la ropa los que han actuado mal».

Génova apoya al presidenteLa respuesta de la dirección del Partido Popular fue restar trascendencia a la decisión del Tribunal Supremo con el argumento de que «sólo» ha decidido que se siga investigando el «caso de los trajes». Por tanto, el primer movimiento fue un cierre de filas y esperar a que sea el presidente valenciano y su entorno quienes manejen los tiempos. Ese entorno es quien lidera el movimiento para que Francisco Camps no ceda a la tentación de tirar la toalla. El vicesecretario de Comunicación, Esteban González Pons, explicó que el Partido Popular valenciano tiene todo el respaldo de Génova y subrayó que Camps «sigue sin tener la condición de imputado», aunquedeclaró como tal en el Tribunal Superior de Justicia valenciano.