Nueve muertos en un asalto suicida talibán en Kabul

El ataque provocó la muerte de nueve personas, entre ellas cinco civiles y cuatro miembros de las fuerzas de seguridad afganas. Todo ocurrió cuando los hombres vestidos con uniformes del Ejército afgano entraron a la comisaría. Uno de ellos se inmoló en la puerta principal para permitir que sus tres acompañantes accedieran a las instalaciones. 

Uno de los suicidas se atrincheró durante una hora en una zona del edificio, lo que generó más tensión en la comandancia y en la zona vecina al complejo, situado en el casco antiguo de Kabul, cerca del palacio presidencial. La Policía logró abatir a dos de los atacantes, mientras que el último atrincherado fue retenido por los funcionarios, lo que impidió que detonara los explosivos que llevaba consigo.

El portavoz del Ministerio del Interior, Sediq Sediqui, explicó que la Policía controló la situación en el menor tiempo posible. «Aún desconocemos la nacionalidad de los suicidas. El ministerio del Interior condena esta acción de los enemigos de la paz y la estabilidad y hemos iniciado una investigación», dijo Sediqui en un comunicado. Los talibán reivindicaron el ataque en declaraciones a la agencia afgana AIP por el portavoz insurgente, Zabiulá Muyahid, quien resaltó que causaron la muerte de «un gran número de policías».

Algunos testigos del atentado declararon a la televisión afagana que escucharon por lo menos tres explosiones. Uno de ellos, Abdul Wahed, mencionó que «no sabemos lo que ocurre aquí», aunque la situación volvió a la tranquilidad, después del traslado de los heridos y los cadáveres al hospital. Una acción similar ocurrió el 21 de mayo, cuando en un hospital militar un suicida talibán acabó con la vida de seis personas al inmolarse en el centro sanitario. En otros ataques, dos militares británicos perdieron la vida, con lo que el número de soldados muertos de este país en Afganistán suma ya 373.

Uno de ellos falleció a causa de un atentado con bomba en Helmand y el otro fue asesinado durante un tiroteo con armas cortas en el sur del país asiático. También murió en un tiroteo, en el valle de Kapisa, un soldado francés, el sexagésimo militar galo que muere en la guerra de Afganistán.