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BP consigue cerrar la fuga de crudo

La catástrofe del Golfo de México, mucho peor que la sufrida por Alaska en 1989, va a cambiar muchas cosas.

El vertido de crudo ha parado de momento
El vertido de crudo ha parado de momentolarazon

Nueva York- El presidente Barack Obama compareció ayer ante los medios de comunicación pare rendir cuentas por el desastre del Golfo de México, después de las críticas recibidas por la pasividad con que el Gobierno de EE UU afrontó los primeros momentos de la catástrofe. Y tuvo suerte. Desde Nueva Orleans, la Guardia Costera confirmaba el «milagro»: la petrolera habían conseguido, al fin, detener la fuga.En la Sala Este de la Casa Blanca, serio y contundente, Obama defendió que su Gobierno ha estado siempre al frente de la operación para contener el derrame de petróleo de la empresa British Petroleum (BP). «El Gobierno federal ha estado a cargo de la dirección de los trabajos de respuesta. Frenar la fuga era nuestra principal prioridad», se defendió el presidente. En cambio, declinó contestar a la pregunta de si esta tragedia es su huracán «Katrina»: «Eso lo tendréis que decidir vosotros».Durante la rueda de prensa, que se prolongó durante más de una hora, delineó su proyecto para impedir que este tipo de accidentes vuelvan a tener lugar. «Primero, suspenderemos la exploración planeada en dos lugares frente a las costas de Alaska. Segundo, cancelaremos la concesión pendiente en el Golfo de México y la propuesta de concesiones en la costa de Virginia», admitió. «Tercero, mantendremos la actual moratoria y suspenderemos el otorgamiento de nuevos permisos para nuevas perforaciones en aguas profundas por seis meses. Y cuarto, suspenderemos las prospecciones en aguas profundas de los 33 pozos que están perforando en el Golfo de México».Obama asumió la responsabilidad de lo sucedido como presidente de Estados Unidos, aunque en su Administración ya han empezado a rodar cabezas. Las estimaciones revelan que la catástrofe supera ya a la del buque «Exxon Valdez» de 1989, en la que se vertieron al mar 41 millones de litros de petróleo.Siendo muy optimistas, en el Golfo de México se habrían vertido 70 millones de litros de crudo. Siendo pesimistas, se calculan más de 145 millones de litros lanzados al mar y a las costas de Luisiana, Florida y Texas. Así las cosas, la jefa de la agencia estadounidense supervisora de las perforaciones marinas presentó su dimisión ayer. Aunque Obama dijo que desconocía los motivos de su marcha –al parecer, marcada por un escándalo de sobornos– aprovechó para acusar a dicha agencia de «corrupción». La salida de la directora del Servicio de Gestión de Minerales, Elizabeth Birnhaum, había sido anunciada por el secretario de Seguridad Interior, Ken Salazar, durante una audiencia en el Congreso. Mientras, la Guardia Costera confirmó que BP había conseguido controlar el vertido. El almirante de los guardacostas, Thad Allen, dijo a la emisora de radio «WWL First News» que habían conseguido «estabilizar el flujo» que había provocado la marea negra. Naturalmente, BP evitó hacer comentarios sobre la marcha de la operación de cierre, ya que se ha advertido que todavía llevará algunos días determinar si este plan funciona realmente. La primera fase de la operación, que se ha completado con éxito, consistió en inyectar 8.000 litros de lodo en el tubo de extracción roto, para reducir la presión ascendente del petróleo. Una vez que se consiga pararla por completo, se verterán algunas miles de toneladas de cemento. Después, se espera que ambos materiales solidifiquen y se pueda sellar el pozo. No es de extrañar que la petrolera se resista a cantar victoria. Es mucho lo que aún puede fallar.