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Crónica negra: Motivos ideológicos para matar

Fotografía de un joven agredido durante un enfrentamiento entre amigos de Palomino y grupos neonazis
Fotografía de un joven agredido durante un enfrentamiento entre amigos de Palomino y grupos neonazislarazon

El fascismo es una bestia herida pero no muerta. En las alcantarillas de la sociedad algunos fanáticos braman a favor del viejo credo. En un puesto de El Rastro encuentras un ejemplar de «Mi lucha», de Hitler, entre otras antiguallas, como si todo esto fuera normal y polvo de la historia. Pero hay quien no está contento y maquina para que el fascismo cree nuevos odios y violencias. La muerte del joven progresista Carlos Palomino ha sido calificada por el Tribunal Supremo hace sólo unos días como «asesinato ideológico» y creo que la justicia ha hecho aquí un buen servicio a la nación.Esteban Ibarra, el presidente del Movimiento contra la Intolerancia, es el que más sabe del odio que generan las ideologías. Para él, esto es un merecido triunfo. Esteban se sitúa al lado de las víctimas y desde allí todos los extremos son peligrosos. Los crímenes de la bestia fascista habían prácticamente desaparecido, pero de pronto se les da relieve, protagonismo e importancia. Con todo ello, la amenaza de la izquierda y la derecha extremas vuelve.Carlos Palomino fue a subir al vagón del Metro camino de una mani de la ultraizquierda contra la ultraderecha. En ese vagón iba un soldado, replegado sobre sí mismo, enroscado como una cobra, y nada más entrar Palomino le dio una cuchillada de muerte. Este acto casi instintivo, larvado durante quién sabe cuántas conversaciones instigadoras de violencia, le ha valido al joven soldado Josué Estébanez 26 años de cárcel. Los hechos sucedieron el 11 de noviembre de 2007.La sentencia no concede la revisión que pedía el abogado defensor y pone el acento en la ideología nazi del acto, que se «caracteriza por el fanatismo irracional, la carencia de todo sentido de humanidad hacia el adversario y el crimen». Palomino fue asesinado por discrepancias de pensamiento y eso a su edad es una nadería. El agravante ideológico lo que determina es que chicos tan jóvenes, que apuñalan en el metro o patean a sus adversarios, como en la reacción de castigo por la muerte de Palomino, están siendo empujados por muñidores de intereses ocultos.Las camadas negras estaban desaparecidas. En ese escenario daba igual que Carlos fuera antifascista. Esto último sólo adquiere sentido en el panorama de recuperación de la basura histórica: ya que estamos aquí, traigamos un poco de fascismo para calentar el ambiente. Y lo hemos traído. Ya están los jóvenes matándose por las esquinas, en virtud de un tiempo pasado que no volverá, a mayor gloria del ego desatado de viejos ultras derrotados. La madre de Carlos Palomino, María Victoria Muñoz, principio y fin de este artículo, creó la Asociación de Víctimas de la Violencia fascista, racista y homófoba y ojalá se quede sin nuevos episodios de violencia.El soldado que viajaba en el Metro está grabado en una secuencia que recoge la llegada de Palomino, un instante del encuentro y el golpe de muerte. Se ve a simple vista que hay que estar muy preparado para dar una cuchillada mortal a la primera. El soldado iba a algún sitio con el arma, se metió en un lío y sacó la hoja de acero.Palomino se dejó la vida cuando iba a empezar a vivir por no creer en las mismas cosas que ese otro chico al que quizá le han explicado que la política se hace dejando muertos como alfombras. Curiosamente se dan vivas a muertos que quizá no querrían estar ahí, viéndolo todo, ni escuchando los gritos de antaño. Los crímenes de odio son el primer factor criminógeno que debe ser abolido en nuestro país, puesto que volvemos de una odiosa guerra que nos tuvo cuarenta años en hibernación, afilando el resquemor en los dos bandos.

Jóvenes manipuladosAhora que está la fiera aplacada, se debería castigar a quien lucha por devolverla al circo. ¿Había alguien que empujaba al odio al condenado por la muerte de Palomino? Si lo hay, ¿por qué no ha sido hallado? Y en segundo lugar, rasquemos hasta dejar desnudo el motivo de una inmerecida muerte. Según la sentencia del Supremo, un joven le quitó la vida a otro por las extremas discrepancias de pensamiento, lo que fue móvil del crimen. ¿Le ha valido la pena?Uno estará en el cementerio para siempre, provocando el dolor de su madre mientras viva, pero el autor, capturado por la Policía, pasará mucho tiempo en la cárcel durante los años más vivos de su vida. Un día se dará cuenta de que la bestia le ha estafado. Esta sentencia del Supremo es un avance importante, un paso significativo en la lucha contra el resentimiento agazapado, la manipulación de los jóvenes y su perversión. Los neonazis tienen ahora una excusa para quitarse de en medio.