Irak

Rajoy no hará demagogia «como hicieron otros en el pasado»

Mariano Rajoy dará hoy su apoyo a la participación de las tropas españolas en la operacion militar en Libia con un discurso muy medido y en el que eludirá el «cuerpo a cuerpo» brutal con José Luis Rodríguez Zapatero.

 
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No cabe esperar una reedición de los duros choques dialécticos que presidente del Gobierno y jefe de la oposición mantienen semanalmente a cuenta de la gestión de la crisis económica, ni siquiera bajo la pancarta de Irak. Y es que en principio Rajoy no tiene la intención de buscar la yugular del jefe del Ejecutivo bajo el impulso de las contradicciones entre su discurso actual y el antibelicismo y el pacifismo que derrochó en la oposición y recién estrenado su primer mandato. «No vamos a hacer demagogia ni a comportarnos como lo hicieron otros en el pasado», precisan en Génova.

En el debate parlamentario de esta mañana el jefe de la oposicion pedirá al presidente del Gobierno información sobre el objetivo final de la intervención y la duración de la misma, aunque ayer limó las aristas de estas interrogaciones con la puntualización de que es consciente de que hay que dar un margen a quien está dirigiendo las operaciones. Ni por activa ni por pasiva, eso sí, aceptó responder a las preguntas sobre si ve similitudes entre los ataques aliados lanzados sobre Libia y la intervención militar en Irak. «Hoy quería hablar de lo que me importa, que es Libia. Lo prioritario es proteger la vida de ciudadanos honrados y decentes que no tienen la culpa de lo que está pasando allí», comentó. No obstante, oficiosamente la dirección popular sí hurga en la herida de las «contradicciones» del discurso socialista recordando, por ejemplo, que en 2004 Zapatero sostenía que no creía en la guerra convencional como mecanismo para luchar contra el terrorismo o que «mandó guardias civiles a Irak en cuanto se lo pidió Obama». La resolución de la ONU es necesaria pero la guerra sigue siendo la guerra, y la resolución de la ONU no impide que se descomponga también el Zapatero antibelicista y pacifista», sostenía ayer un alto dirigente popular.