Medidas económicas

Zapatero prepara un cambio de caras

La reforma laboral, el nuevo impuesto para los ricos y la remodelación del Gobierno centrarán la agenda del presidente en las próximas semanas

Elena Salgado atiende una llamada telefónica, después de que el Pleno del Congreso convalidara ayer el tijeretazo
Elena Salgado atiende una llamada telefónica, después de que el Pleno del Congreso convalidara ayer el tijeretazolarazon

MADRID- La economía, como no podía ser de otra manera, seguirá marcando la agenda del presidente del Gobierno en las próximas semanas. José Luis Rodríguez Zapatero se centrará estos días en conseguir una reforma laboral fruto del consenso de los agentes sociales. Por eso no descarta volver a recibir en La Moncloa a los dirigentes sindicales y empresariales. Aunque, de momento, no se ha producido la invitación. Pese a que se esforzará por lograr el acuerdo, al jefe del Ejecutivo no le temblará la mano para imponer por decreto nuevas reglas de juego en el mercado de trabajo. Fuentes del Gobierno aseguran a este diario que se ha fijado como plazo máximo para ello el próximo día 11 de junio, jornada en la que el Consejo de Ministros aprobará con o sin consenso los cambios del mercado laboral.Tras superar este rubicón, Zapatero no descuidará su promesa de subir los impuestos a los más ricos. Esta cuestión figura en un lugar destacado de su agenda. Su «hoja de ruta» prevé aprobar esta nueva figura tributaria a finales de junio o principios de julio. En cualquier caso, estará lista antes del verano, según fuentes gubernamentales. Con este nuevo impuesto, el presidente trata de hacer un guiño a los grupos de izquierdas para dulcificar el tijeretazo, que ayer convalidó el pleno del Congreso de los Diputados. Se trata de allanar el camino de los apoyos para evitar la prórroga de los Presupuestos Generales del Estado de 2010.Además de la reforma laboral y de la creación de un nuevo tributo para los ricos, la remodelación del Ejecutivo ocupa un lugar relevante en las tareas de Zapatero para las próximas semanas, según confirman a LA RAZÓN fuentes del Ejecutivo. Consciente del degaste que ha supuesto para su Gabinete el tijeretazo, no descarta un cambio de caras. Incluso está dispuesto a acometer esta remodelación antes de que concluya la Presidencia de turno de la Unión Europea y justo después de que el Consejo de Ministros apruebe la reforma laboral.«Tras los severos ajustes decididos, el Gobierno necesita un nuevo impulso con nuevos rostros para afrontar las próximas citas electorales», puntualizan estas mismas fuentes. Y es que el presidente desea configurar un Gabinete con un mayor peso político que sirva de impulso para las elecciones municipales y autonómicas de 2011.