Siria

El régimen de Damasco se desliza hacia el abismo tras burlar el plan de la Liga Árabe

El goteo de víctimas en Siria no cesa a pesar de que el régimen del presidente Bachar al Asad aceptara el pasado miércoles un plan de la Liga Árabe para detener la violencia, retirar al Ejército de las calles, liberar a los presos políticos y permitir la entrada al país de medios de comunicación y observadores independientes.

La Razón
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El CAIRO- El organismo panárabe convocó ayer una reunión para el próximo sábado 12 de noviembre ante la evidencia de que Asad no está dispuesto a cumplir con el acuerdo y detener la brutal represión, que sólo ayer acabó con la vida de, al menos 20, personas. El día anterior, su secretario general, Nabil al Arabi, advertía de la catástrofe que supondría, no sólo para Siria sino para toda la región, el fracaso del plan de paz de la Liga Árabe, que aparece impotente ante Damasco, que no escucha ni a la comunidad internacional ni a sus vecinos y socios.

La semana pasada, el Gobierno sirio anunció la liberación de 550 presos arrestados desde el comienzo de la revuelta en el mes de marzo, pero los activistas y opositores sirios aseguran que miles siguen encarcelados, muchos torturados o desaparecidos, y que el presidente no ha cumplido ninguna de sus promesas de amnistía, como la nueva que ha ofrecido para todos aquellos que dejen las armas y se entreguen.

Damasco sigue defendiendo firmemente su versión según la cual, detrás de la violencia que vive el país hay grupos armados y terroristas con apoyo extranjero, los cuales han matado a más de 1.100 miembros de las Fuerzas de Seguridad. Naciones Unidas fija la cifra de víctimas en más de 3.000 en total en los pasados siete meses, varias decenas sólo este fin de semana, en el que los sirios han celebrado la fiesta musulmana del sacrificio del cordero con más sangre y una renovada ofensiva de las fuerzas gubernamentales contra la ciudad rebelde de Homs. La división de la comunidad internacional ha impedido que se tomaran acciones contundentes para evitar este baño de sangre.