
Alimentación
«Es un falso mito que el colesterol haga las comidas más sabrosas»

El ganador del Premio Nobel de Medicina en 1985 es una eminencia en el estudio del colesterol y sus problemas tanto desde su base genética como a nivel molecular. Visitó España en fechas recientes para participar en la XXX Lección Memorial Fernández-Cruz que se celebró en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid, en la que dio un repaso a las principales novedades en el campo de las dislipemias. Un descubrimiento nuevo, el papel de la proteína PCSK9, podría dar lugar a nuevas vías para luchar contra el colesterol y, por tanto, ayudar a prevenir las enfermedades cardiovasculares.
¿Por qué resulta tan complicado controlar nuestro colesterol y su prevalencia es tan alta en las sociedades occidentales?
Es el resultado de una combinación de rasgos genéticos y una dieta occidental que es muy rica en grasas saturadas y colesterol.
Hay personas que sufren hipercolesterolemia familiar, ¿cómo pueden combatir el colesterol, si nacen ya con este handicap?
Algunas de las personas con este tipo de colesterol familiar pueden ser tratadas sólo mediante la dieta; otras sí que necesitarán medicamentos que reduzcan los niveles de colesterol.
¿De qué forma medicamentos como las estatinas hacen descender los niveles de las lipoproteínas de baja densidad (LDL) o colesterol «malo»?
Cuando tomas este tipo de fármacos el hígado responde aumentando sus niveles de receptores para el LDL, que retiran este colesterol «malo» de la sangre.
¿Podríamos decir que muchos pacientes toman esta medicación demasiado pronto, cuando podrían actuar variando su dieta o con ejercicio?
Al final, eso depende de la genética de cada uno y de sus niveles de LDL.
¿Qué nos puede comentar de sus trabajos con la proteina PCSK9 y su papel en este campo?
La PCSK9 es un regulador fisiológico que controla los receptores de LDL que se expresan en las células del hígado. Nuestro colega de Dallas Jay Norton descubrió que esta proteína se segrega en el hígado y se une a los receptores de LDL. Entonces cambia el itinerario habitual de reciclaje de esos receptores hacia los lisosomas, donde se degradan. Helen Hobbs y Jonathan Cohen descubrieron distintas mutaciones que daban lugar a una pérdida de función de la PCSK9, lo que empeoraba la capacidad de esa proteína para unirse a los receptores de LDL, dando lugar a un aumento del número de esos receptores y, por tanto, a una disminución del colesterol «malo» de la sangre. Estos mismos autores mostraron en estudios epidemiológicos que toda una vida de descenso de los niveles de colesterol en los individuos que tienen estas mutaciones genéticas en la PCSK9 se traduce en menos infartos. Una de estas mutaciones (que se da en una de cada 30 personas de raza blanca) disminuye los niveles de colesterol un 15 por ciento y reduce la tasa de ataques al corazón en un 45 por ciento. Otra mutación distinta, que tiene una de cada 50 personas negras, baja los niveles de LDL un 45 por ciento y reduce las posibilidades de sufrir un infarto hasta un 90.
¿Existen terapias desarrolladas a partir de este descubrimiento?
Está en marcha una carrera para conseguir anticuerpos que disminuyan los niveles de colesterol LDL. Algunos estudios en fase I han mostrado que se puede producir un dramático descenso. Sólo con una inyección subcutánea de los anticuerpos anti PCSK9 el descenso es del 50 por ciento en apenas 30 días.
¿Cuál es la mejor estrategia para luchar contra el colesterol, disminuir los niveles del «malo» o subir los niveles del «bueno» (HDL)?
Reducir el «malo» ha demostrado que sirve para prevenir infartos, mientras que elevar los niveles de HDL no ha mostrado el mismo beneficio.
Hay muchas falsas creencias sobre el colesterol, díganos una...
Que sea sabroso –cuando es insípido– y que engorda, ya que el colesterol en sí mismo no tiene calorías.
¿Guarda relación el colesterol con el alzhéimer como apuntaba algún estudio?
Si eso fuera así, sería un vínculo indirecto no causal. Lo que sí guarda una relación directa y causal es el colesterol y la arteriosclerosis.
¿Cómo beneficia al sistema sanitario prevenir la arteriosclerosis?
Sin duda es coste-efectivo, porque estás evitando las carísimas complicaciones en forma de hospitalización tras un infarto, ictus... Sin embargo, si acabamos con estas enfermedades coronarias, primera causa de muerte en Europa y EE UU, prolongaremos nuestra vida y se dispararán otras patologías, como el cáncer o las neurodegenerativas.
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