Nueva York

Las universidades católicas por la educación integral de la persona

El primer congreso mundial de universidades católicas se clausuró ayer en Ávila con un compromiso claro: El distintivo de estas instituciones académicas «debe ser su apuesta por la persona, tanto en su dimensión individual como social».

El presidente de la Conferencia Episcopal, Antonio María Rouco Varela, clausuró ayer el congreso acompañado de la rectora de la Universidad de Ávila, Rosario Sáez Yuguero
El presidente de la Conferencia Episcopal, Antonio María Rouco Varela, clausuró ayer el congreso acompañado de la rectora de la Universidad de Ávila, Rosario Sáez Yuguerolarazon

Debe ofrecer «una educación integral e integradora en la que se promueva valores como el compromiso ético y moral, el servicio a los demás, el amor a la verdad, el interés por el estudio, la dedicación a la profesión, la fe en la familia y la defensa de la vida». Es una de las principales conclusiones del encuentro mundial que ha reunido en la ciudad de Santa Teresa a 170 universidades, una quinta parte de todas las existentes en el mundo.

Otro de los grandes retos se encuentra «en pensar y enseñar» las asignaturas técnicas «de otra manera», además de la vida sacramental que se intenta imprimir. Es por esto por lo que consideran una prioridad «generar una ciencia resultante del diálogo fecundo entre cada ciencia particular y las ciencias en el sentido de la vida humana, es decir, la Filosofía y la Teología».

Pero son conscientes de que repensar las ciencias a la luz de una nueva antropología es una labor ardua y que requiere tiempo. Una refundación cultural que sólo podremos recorrer con éxito si cada universidad se suma a la gran comunidad de universidades católicas que juntas quieran abordar este empeño». Por eso ayer se comprometieron en un comunicado conjunto a colaborar y a mantenerse unidas en esta labor.

Voluntariado

Las universidades también se han mostrado de acuerdo en potenciar la pastoral universitaria o los grupos de voluntariado como una herramienta útil para potenciar ideales altruistas. Es más, se consideran un complemento vital para la dimensión intelectual de los jóvenes que forman parte de estos grupos. Entre otras cosas porque «les ayuda a construir una coherencia de vida y fe acorde con el mensaje cristiano y eso permitirá generar una cultura verdaderamente católica», expone el documento de conclusiones que fue leído ayer por Lydia Jiménez, presidenta del consejo directivo de la Universidad católica de Ávila.

La jornada de ayer se centró ayer en el congreso en el ámbito de los derechos humanos y los grandes retos de la humanidad para así llegar a los jóvenes y fomentar la experiencia de tradición católica en las enseñanzas universitarias y contó con la participación de expertos como Vicenzo Buonomo (Universidad Lateranense), Adriano Pessina, (Sacro Cuore), John Piderit (del Catholic Education Institute de Nueva York) o Natalia López Moratalla (de la Universidad de Navarra).

Durante el cato de clausura se anunció que Brasil acogerá el próximo congreso mundial de universidades católicas que se celebrará en 2013 y será la Pontificia Universidad Católica de Minas Gerais (PUC Minas) de Belo Horizonte, la mayor universidad católica del mundo, la encargada de organizarlo.